A veces medito para calmar las emociones del bebé. Con frecuencia la sorpresa más pequeña como que me salte una gota de aceite en la cocina es suficiente para desencadenar su llanto.
Creo que la gente desestima las pesadillas de un bebé, y lo terroríficas que pueden ser las alusinasiones de una mente tan joven que todavía no tiene una espectativa de cómo funciona el mundo físico.
Cuando canto, él a veces inventa melodías y cuando lo sigo su boca emite un sonido. Siento todo su sobrecojimiento sensorial, que fue particularmente intenso en sus primeros días, cuando todavía no había abierto los ojos.
Él conocía el rostro de su madre antes de nacer. Al menos, lo conocía tal y como yo lo veía. Cuando abrió los ojos, la primera vez que la vió por sí mismo, era alienígena y confusamente grande. Todo lo era. Y brillante, dolorosamente brillante.
Verme a mí fue todavía más confuso. En particular porque a la vez yo lo estaba viendo a él. De forma indirecta, era la primera vez que se veía a sí mismo.
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Desvaríos que piensan con los dedos.
RastgeleNadie está en su obligación de leer ésta historia (si es que así se le puede llamar) o de no leerla. Igualmente nadie está en su obligación o no de tener curiosidad por ella. Hacé lo que querás, solamente asegurate de saber bien lo que hacés; y si s...