Capitulo 19: Cautiverio

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Leonardo

Abro los ojos y el mareo es inmediato, la cabeza me punza y me obligo a reponerme rápidamente, detallo el entorno y me encuentro en una celda de paredes grises, el lugar es lugubre y el olor a moho me da náuseas, la puerta es de barrotes.

Un guardia al ver que desperté se me hacerca y me tira un uniforme naranja de reo «Es horrible».

- Tienes visita así que cambiate.

- No me da la gana y no quiero ver a nadie.

- Algo más su majestad - espeta con sarcasmo .

- Sí, no me apetece estar aquí. - le respondo con el mismo tono y este se aleja enojado.

Regreso mi vista a la pared, el tiempo pasa y me desespero pensando en Marisha y en el intruso que lleva dentro. «Nuestro hijo» .

Hasta ahora no sé absolutamente nada de ella y eso me desespera espero que esté bien y que los guardaespaldas la hayan puesto a salvo porque si no lo hicieron van a rodar cabezas.

Los pasos de los guardias me sacan de mis pensamientos y uno de ellos se acerca para abrir la celda.

— Te dijimos que tienes visitas, así que ahora vas a salir a recibirlas. — dice uno de ellos — 10 guardias te van a estar vigilando para que ni se te ocurra escapar.

Ruedo los ojos y ellos entran para esposarme y llevarme a no sé donde, desde que me levantaron en la celda no puedo evitar sentirme mareado y aturdido; caminamos por todo el lugar y como lo dijeron hay un montón de guardias por todas partes con rifles en mano, las celdas están llenas de reos vestidos de naranja, puedo observar el miedo y la curiosidad que tienen hacia mí.

Nos detenemos en una puerta de metal y uno de ellos toca haciendo que otro guardia le abra, al entrar puedo ver una pequeña mesa con una bombilla que a duras penas ilumina, me sientan en una de las sillas y minutos después entra una mujer de cabello rubio, ojos cafés como de 36 años con un niño de alrededor de 4 años tiene los ojos cafés como la mujer que supongo es su madre, el cabello lo tiene negro azabache y vine llorando con la nariz roja; la mujer se sienta en la silla que tengo en frente y me observa con odio y los ojos rojos; respira profundo y por fin dice.

-¿Por que lo hiciste?

- He hecho muchas cosas en mi vida necesito que seas mas especifica.

- Tú mataste a mi marido, el coronel de londres.

- El colonnello estúpido, sí, lo recuerdo, era patético un completo idiota.

- ¡Mi papá era un héroe!- dice el mocoso

- Tú papá era un estorbo y tú un mocoso maleducado.

- No le permito que hable así de mi hijo.

- Yo creo que su hijito se le salió de las manos.

-¡Mi papá era una buena persona ¿Por que lo hiciste?! 

- A ver mocoso tú papá era un idiota que se debe estar retorciendo en el infierno.

- Usted ira ahí- me dice la viuda.

- Ay señora - digo sarcásticamente - de ahí vengo.

- Usted es una mala persona - vuelve a meterse el piojo metiche.

¡¡¡Por dios que mi hijo no sea así!!!!

- Sabes pequeño, disfruté asesinar a tú querido papi - noto como sus ojos se llenan de lágrimas y no me importa lo que quiero es salir de aquí - cada tiro que le enterré valió la pena y no me arrepiento.

Sobre Hielo Fino (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora