Sobre Hielo Fino (+18)

Capitulo 16: El caos (parte 1)

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Marisha

Los Marchetti llegaron de la dichosa reunión y nos mandaron a llamar para hacer cambios en las misiones. Antes de bajar al despacho Lucas me llama.

— Ojazos, te prometo que voy a mantener nuestro secreto.

— Gracias Lucas, eres el mejor amigo de este mundo — le digo abrazandolo.

— Sabes que cuentas conmigo para todo.

Bajamos al despacho de los Marchetti y ya la Alemana está ahí, en las sillas principales están Leo y Darío Marchetti, en el sofá de cuero están Alessandra y el abuelo de Leo.

— Las mandé a llamar por un cambio que vamos a hacer — empieza el señor Darío — Marisha, tú misión va a ser infiltrarse en el comando militar de Rusia y matar al coronel — dice y asiento.

— Katherine, tú misión va a ser infiltrarse en el club más famoso de Colombia y asesinar a el padre de Emilio Escobar— le dice —¿Entienden?.

— Sí señor — contestamos al unisono.

— Marisha, te vamos a cambiar a tú ayudante...

— Pero...

— Vas a ir acompañada de nuestra asesina de confianza.

No me deja refutar y una chica entra al despacho, es de piel trigeña, cabello negro en ondas y ojos castaños, está vestida como una guardaespaldas.

— Ella es María Fernández, es Venezolana, trabaja para nosotros desde hace años, ella te va a acompañar en la misión.

— Un placer conocerla señorita Marisha.

— El placer es mío María.

— Bueno — dice el señor Darío — Ya que se conocen es hora de que partan a Rusia.

Todo paso demasiado rápido, ahora voy a tener que infiltrarme en un comando militar.«Si en la misión pasada iba a salir como queso, en esta quedaré hecha pedazos »

Nos indican que un avión nos está esperando y que me van a proporcionar la información una vez que estemos en el jet, me encuentro con Leo y no tardo en lanzarme a sus brazos.

— Quiero que le cierres la boca a todos esos idiotas.

— Lo prometo — digo besándolo.

— Señorita Marisha ya es hora de partir — Avisa María.

— Hasta pronto, mi amor.

— Hasta pronto, mi reina.

Dejo de abrazarlo y siento como si me quitaran un organo vital, tal vez estoy siendo exagerada pero literalmente así lo siento. Rápidamente busco mis maletas y abordamos el jet privado de los Marchetti.

— Muy bien señorita Marisha...

— Solo Marisha, no tienes que usar el formalismo María.

— Okey Marisha , nuestra misión será infiltrarnos a penas lleguemos, osea en la noche, a esa hora de el día todos los militares están durmiendo a excepción del coronel que trabaja hasta tarde, es ahí donde vamos a atacar.

Pasamos todo el viaje repasando el plan, al llegar lo primero que observo es un edificio gigante, aunque no logro apreciarlo  bien por lo obscuro de la noche.

—¿Vamos a saltar desde aquí?

— Sí — responde con naturalidad.

—¡¿Enloqueciste?!