Capítulo 23: Estrategias

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Bogotá, Colombia.

Jack

Me jodieron, esos hijos de perra me jodieron.

Marisha y Leonardo se salieron con las suyas. Ahora me encuentro en Colombia ya que por culpa de ese par Londres no es seguro.

— Como te decíamos señor Spencer, nuestra organización tuvo grandes pérdidas gracias al ataque de los Marchetti, ¿Como piensas resolver esto?

Dirijo mi atención hacia el líder del cartel mexicano que al igual que todos mi socios en la sala se encuentran visiblemente molestos.

No los culpo, sé que cometí un grave error que me puede costar el liderazgo de la organización.

— Déjenlo en mis manos caballeros, yo me encargaré de que todo marche bien y este error no se volverá a repetir.

Lo digo en serio, el hechizo de esa mujer no me va a volver a hipnotizar, primero me muero antes de perder mi puesto.

— Eso esperamos Jack, estamos hablando de millones de dólares y ejercito perdido solo por un capricho.

Me hierve la sangre que otras personas me reprochen y resalten mis errores.

— Bueno, damos por concluida la reunión.

Los líderes se largan y yo me levanto barriendo con la mano todo lo que se encuentra en mi escritorio, todos los papeles se caen al suelo mientras yo ardo en la ira que me está consumiendo.

Ese par se burló en mi cara y además la hija de puta de Marisha está preñada del desgraciado Italiano.

¡¡No puedo creer que me dejé engañar como un crío!!

Emilio entra a la sala de juntas con una mujer siguiendolo, la extraña tiene dos bebés que se encuentran dormidos, Emilio por su parte me mira con desdén para luego acercarse a paso rápido y encestarme una bofetada que me deja la mejilla ardiendo.

— ¡Por tú culpa mi clan tiene pérdidas millonarias! ¡Todo por andar detrás de una zorra!

— No me lo recuerdes — apoyo mis manos en el escritorio apretandolo tanto como puedo.

— Más te vale que repongas esto.

— Lo haré, hoy sale tres barcos llenos de drogas, es un negocio millonario — asiente con duda —¿Qué noticias me tienes?

— Los Alemanes se separaron de los italianos porque la rusa mató a Katherine.

Esa perra no valía ni un peso.

— ¿Y con quién están ahora?

— Con nadie, quieren que se derrame sangre en ambas organizaciones.

— Eso es ridículo.

Nadie puede ir solo en contra de una organización, las organizaciones cuentan con miles de soldados dispuestos a dar la vida por su jefe es imposible que un solo clan vaya en contra de miles, eso sería un acto estúpido.

Mi atención se dirige hacia la mujer con los bebés.

— ¿De dónde sacaste a esos bebés?

— Son mis hijos, ellos acompañaran a tú hijo en el futuro.

— Eso espero, mi descendencia debe tener grandes aliados más ahora que Leonardo tendrá la suya.

— Se dice que Petrov también va a tener nietos para que le hagan compañía al bastardo del italiano.

— No me extraña, el líder ruso es el lame botas de los italianos.

— Recuerda que junto con el Padre de Leonardo asesinaron a nuestros padres, no debes subestimar a nadie, recuerda lo que paso la última vez.

Sobre Hielo Fino (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora