Leonardo
No puedo pasar otro segundo más aquí.
Los minutos pasan lento y no dejo de repasar el plan en mi mente, otra cosa que no ha salido de mis pensamientos es cierta rubia embarazada «Ya quiero verla».
Cuando salí a la "visita" de la viuda uno de los guardias que trabajan para mí me entregó la información necesaria para armar un plan y por donde escapar, no tarde en crear el plan de escape y ahora solo tengo que esperar para ejecutarlo.
Unas pisadas me sacan de mis pensamientos, se trata de un chico rubio que conozco perfectamente «Noah».
— Estoy tan feliz de verte en estas situaciones.
— Guardate tú sarcasmo — le respondo con cierto tinte de asco y fastidio.
— No puedo creer que me hicieras eso.
—¿Qué?, Quitarte a tú ahora exnovia— me levanto a encararlo — Era obvio que la iba a hacer caer, recuerda que yo nunca me conformo.
— Eras mi amigo desde niños, no me importó que fueras un mafioso.
— Y a mi no me importó que fuera tú novia, estamos a mano.
— Te vas a pudrir en el infierno.
— Últimamente me lo dicen mucho.
— ¿Todavía recuerdas como nos conocimos?
Claro que lo recuerdo, él era un niño estúpido y un día en un parque yo lo empuje para que se cayera, entonces mi tía me obligó a disculparme y para no hacerlo le ofrecí mi amistad, desde entonces se la pasaba pegado a mi como una garrapata, a decir verdad aprecio más a Teo que a él.
— Sí, lo recuerdo.
—¿Y aun así no te importó?.
— No sé... — me hago el pensativo — ¿Por qué mejor no se lo preguntamos a mí hijo con Marisha?.
—¡¿Qué?! — puedo ver que quiere llorar y me parece patético.
— ¿Eres sordo?
— ¡¡¡Te odio!!!, eres una maldita escoria — ya salieron las lágrimas — me alegro de haber sido yo quién avisó a la policía de tú ubicación.
Acaba de firmar su sentencia de muerte.
— Nos vemos en el infierno, Spreco umano — hago uso de mi autocontrol y lo dejo con esas palabras.
Me doy media vuelta y regreso a la insípida cama de la cárcel, el idiota se queda ahí por unos segundos con los nudillos blancos por apretar sus nudillos y yo cierro lo ojos imaginando su muerte, luego de unos segundos escucho sus pasos alejarse.
—¡Hora de apagar las luces!— Grita un guardia y es mi señal.
Una vez que apagan las luces introduzco dos dedos en mi boca hasta lo profundo de mi garganta para provocarme el vómito.
«Todo por mi hijo».
Me lo repito mientras comienzo a vomitar y los guardias abren la celda para llevarme a la enfermería penitenciaria, como puedo me calmo mientras caminamos; una vez que llegamos al consultorio me dejan solo con dos guardias y el médico.
Una apuñalada por parte de uno de los "guardias" asesina al médico y el otro me suelta las esposas.
— El líder Ruso lo está esperando señor.
— Bien.
— Aquí tiene lo que pidió.
Me entregan un uniforme de policía, una metralleta, dos cuchillos grandes, tres navajas y un frasco con ácido.
«Perfecto»
Me visto con el traje y me coloco un pasa montañas y un casco, salimos de la enfermería y caminamos por los enormes y lugubres pasillos del comando, de lejos puedo observar una figura de un hombre alto que identifico perfectamente.
«El líder Ruso»
— Señor — me saluda y yo asiento — tenemos a su víctima.
— Bien... ¿Y Marisha?.
Voltea la cara y mis alarmas se encienden de inmediato.
— ¿Dónde está?
No tengo respuesta y lo empujo contra la pared con una de mis navajas en su cuello.
—¡¿Dónde está?!
— Los Spencer's la tienen.
Okey, muchos va a morir esta noche.
— Pero señor le prometo que la vamos a encontrar, a demás ya encerré y torture a los que no la cuidaron, yo aprecio mucho a la Reina.
— Más te vale, ahora vámonos que esta noche vamos a destruir Londres hasta encontrarla.
Subimos a las camionetas del Ruso justo a tiempo ya que las alarmas de emergencia se activaron cuando salimos del comando militar de Londres.
El pulso lo tengo desbocado, no dejo de pensar en Marisha y en nuestro hijo.
«Debo encontrarla»
Hacemos una parada en una mansión que conozco perfectamente «La casa de Noah» Todo está roto y destrozado, sus padres están atados y degollados, sus cabezas estan en el suelo bajo un río de sangre, mi víctima se encuentra en un rincon llorando y maldiciendo el haberme conocido.
— ¡¡¡Eres un maldito!!!— dice llorando y rojo de la ira— ¡¡¡Tú y esa zorra!!!.
El comentario me enoja cuando menciona a Marisha y no soy el único ya que el líder Ruso intenta abalanzarse sobre él para golpearlo pero sus secuaces lo detienen para que no interfiera.
— Arrepiente — le digo arrodillandome en frente de él para grabarme su expresión de miedo.
«Me encanta que me teman»
—¡¡¡Jamás, ojalá se muera en su vientre el bastardo engendrado por ustedes par de escorias!!!.
Ahora sí va a sufrir.
Lo tomo del cuello de la camisa y mando a poner una silla al lado del cadáver de sus padres, el se retuerce y llora sin parar, lo tomo del cabello y hago que alce la mirada a mi rostro .
— ¿Adivina qué? Vas a morir viendo la cara de tú asesino que antes considerabas tú amigo.
El sigue llorando y el líder Ruso me pasa el frasco de ácido y se lo vierto en la garganta sin contemplaciones, comienza a retorcerse preso del dolor y la impotencia de no poder gritar, sus ojos arden de miedo y parece que toda la valentía se le esfumó.
Sin esperar más tiempo me pasan la gasolina y la vierto dentro de él tal y como lo hice con el ácido, doy unos pasos más atrás y se nota que ya está dando sus últimos respiros, me apresuro y le lanzo un trozo de madera encendida, cuando hace contacto con su cuerpo este se incendia de inmediato y yo me reajusto los guantes saliendo de ese lugar hacia las camionetas para luego dar la orden de incendiar la casa, una vez que me siento en el asiento tracero de la camioneta , la puerta se abre, el líder ruso se sienta a mi lado con un claro silencio de duda.
— ¿Ella está embarazada?
— Sí
— Larga vida a la reina y a el heredero —recita y asiento— Ya tengo la dirección de donde está.
— Que preparen los explosivos y los tanques, que toda la organización se reuna en ese punto — dictamino— La sangre va a correr como ríos si no tengo a mi Reina...
Nota de la autora:
¿Qué les pareció el extra?
Los leo 😘
Disculpen lo corto 🥺
Los amooooooo ❤️❤️❤️
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Sobre Hielo Fino (+18)
AçãoLa vida... A veces no sabemos que nos depara... Quien diría que una patinadora famosa y el próximo líder de la mafia italiana se encontrarán en un triángulo amoroso ,( si lo sé en la vida real estas cosas no pasan ) y lo mismo pensaban nuestros prot...