Slip {Edinson Cavani}

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Camine por la casa sin poder estar tranquilo, pase la mano por mi cabello desesperado, eran las 3:30a.m. y Morgan no llegaba. Habíamos peleado por las fotos que me tomaron en un bar con una fan, ella se había sentado en mi regazo y empezó a besarme, yo estaba muy borracho y me deje hacer por ella. Morgan salio por la puerta muy molesta, no respondía mis llamadas, mensajes, nada. Nadie sabia nada de ella y eso... Las puertas de la casa sonaron, salí rápido de la cocina a la sala para ver la puerta. Mi esposa tenia su maquillaje corrido, como si hubiese llorado, me miro y sus ojos volvieron a ponerse llorosos, me acerque a ella, su olor a alcohol era intenso. Cuando la rodee con mis brazos se desmayo, estaba muy débil. Su cuerpo débil y delicado que inconsciente yacía en mis brazos me ponían la piel en punta, tome sus piernas llevándola a la bañera, no pensé que se lo iba a tomar tan enserio. Al llegar la senté en el inodoro dando leves golpes en su mejilla para que reaccionara. Quite el swetter que traía para quitar su sostén, ver su cuerpo tan suave, sus suaves senos. Negué volviendo mi mente a lo que tenia que hacer.

-Morgan, despierta. -Gruñi levemente para inclinarla un poco hacia atrás para sacar su short. Lo baje con suavidad dejando con su pequeña panti, lleve mis manos a si cintura hasta dejarla desnuda, parecía una muñeca barbie, su maquillaje negro cubriendo alrededor de sus ojos, sus labios rojos perfectamente pintados. Abrí el agua tibia dejando que corriera por su cuerpo, la admiraba en silencio disfrutando y altamente preocupado. No creo que podría haber una manera de estar tan tranquilo por que este aquí e igual este inconsciente. Sus ojos se abrieron dejando ver el verde de sus ojos que penetraba en los mios de manera potente.

-Edinson... -Suspiro tan sutilmente que sus pechos crecieron poco y se redujeron con la misma. -Hazme el amor, ya. -Trague en seco y negue, pero sin evitar sus palabras hicieron que me excitara. Los vidrios se empañaban mientras me levante mirandola y negando.

-Morgan, estas ebria. -Su sonrisa blanca entre sus carnosos y rojos labios salieron. Ladeo con suavidad su cabeza y llevo su uña roja haciendo un camino de su clavícula hasta su vagina, se notaba por el agua que hacia, era muy clara.

-Soy tu esposa, ¿vas a negar hacerme el amor? Claro, pero a la zorra de la otra noche, no. -Rode los ojos y mire su cuerpo que jodidamente era provocador, sexy y con una armonía con su cara hermosa, mi mujer perfecta. Saque mi camisa y sus ojos se clavaron en mi cuerpo, quería hacerla mía, quería hacerla mía ya. Quite mis pantalones con estos mis boxer, me metí en la bañera detrás de Morgan rodeándola con mis piernas, cerré los ojos disfrutando el momento. Sus manos empezaron a recorrer mis piernas poniendo mi piel en punta.

-¿a donde fuiste, Morgan? -Quite su cabello de el cuello para susurrarle y dejar leves mordiscos, este momento era tan sensual. Sus manos se pusieron a los lados de la bañera levantándose para acomodar mi pene con ella, sin mas se sentó sobre mi. Cerré los ojos respirando en su espalda. Se movió lentamente causando un placer en mi, estar en ella, estrecha y divina. Amaba su calor que provocaba, posé mis manos en sus piernas con fuerza. Posó sus manos sobre las mías empezando a saltar con suavidad, mordí con firmeza su espalda sin causarle daño. sus gritos inundaron el cuarto haciendo que mi excitación se multiplicara, sus manos empezaron a rasguñar mis piernas lastimandolas, pero el placer no me dejaba reaccionar. Sentí como precoz pude terminar adentro de ella, su orgasmo fue explosivo, todos a 4 cuadras podrían saber que Morgan Cavani tenía un orgasmo, salí de ella y se volteo mirándome sonriendo.

-Edinson. -Murmuro riendo para tirarse sobre mi y besar mis labios con suavidad, jugaba con mi lengua. -Te odio tanto... -Dijo jalando mi labio inferior con fuerza. Algo confundido tome su cara y me empezó a besar rozando de nuevo su vagina con mi pene, cuando quise entrar en ella, se durmió y suspire, roce varias veces mi miembro con su clítoris y no despertaba, apreté los puños para aguantar, salí de la bañera y la envolví con las toallas, empecé a secar su cuerpo parte por parte hasta dejarla seca y dejarla en la cama. Me cambie a la pijama y le puse una camisa mía para no vestirla, la acosté y me acosté a su lado, la apegue a mi, los nervios se habían esfumado, tenia a mi mujer en casa, dormida en mis brazos.

Futbolistas. (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora