Respiro con lentitud tratando de procesar lo que el hombre frente a mi acaba de decirme, así como controlar el miedo que aún me consume al ver a la víbora retorcerse en su brazo.
- ¿Qué quieres de nosotras? – pregunto contenido el miedo para tratar de verme lo menos débil ante él, aunque con mis gritos hace un momento dudaba que se creyera que me sentía segura con mis palabras ante él
- ¿Cuál es tú nombre? – pregunta hacia mí con seriedad
- ¿Nos mataras? – contesto con otra pregunta
Lo veo respirar profundo para finalmente tomar una silla vieja que se encuentra a unos pasos de ambos y ponerla finalmente frente a mí y sentarse, de la cercanía que ambos teníamos podía oler su perfume totalmente masculino, así como recorrer cada una de sus facciones maduras y perfiladas.
- No me hagas perder la paciencia, créeme que no soy un hombre de ella así que responde – ordena haciendo que mi piel se erice por el tono y lo ronco que sonó al decirlo
- Maia – digo finalmente mientras lo miro a los ojos
- Bien Maia si te portas bien te dejaremos ir en unas horas así que cállate – da por terminada la conversación para levantarse y desaparecer de mi campo de vista
Dejo a Ébano en manos de Viktor quien se acerca y finalmente me dirijo hacia la chica que llora silenciosamente cuando aún ni siquiera le hemos hecho nada.
- ¿Tú padre hace cuanto que no lo ves? – pregunto seriamente
- Tengo años que no lo veo – dice bajamente
- ¿Estás segura de eso? – pregunto comenzando a molestarme por sus lloridos
- Si – dice haciéndome ver a Viktor
- Bien como no quieres cooperar tú amiga tendrá que seguir gritando por mas tiempo en lo que la memoria se te refresca – digo hacia la mas chica que me mira rápidamente con angustia en sus ojos
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LA ORDEN NEGRA
RomanceDicen que la sangre encontró al inocente y el asesino encontró a su redención... Mientras el fuego los consumía ambos danzaban justo en la oscuridad... Las llamas los alcanzo finalmente para ambos contar su amor a la muerte...