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Trato de quitar los gritos de Danika de mi mente, finalmente había cumplido mi promesa de hacerla salir de ahí y no sabía si había hecho lo correcto, no sabía si ella cumpliría su palabra de no ir a la policía

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Trato de quitar los gritos de Danika de mi mente, finalmente había cumplido mi promesa de hacerla salir de ahí y no sabía si había hecho lo correcto, no sabía si ella cumpliría su palabra de no ir a la policía.

Finalmente me sacrifique por alguien que creía mi familia y que esperaba supiera agradecerlo siendo feliz y plena afuera de este infierno.

- ¡Hora de comer! – escucho el grito de un hombre mientras sus pasos resuenan en el piso de cemento

Miro que es el hombre que siempre esta con el que estoy segura de que es el jefe.

- Te desatare para que comas y si decides ser tranquila no te las pondré para que duermas – dice cuando deja la bandeja de comida en esa vieja silla que aún se encontraba frente a mi

Lo miro con nerviosismo, no sabia si era una prueba o si hablaba en verdad.

- ¿Podré quedarme sin sogas? – pregunto cuando me las quita

- Si – dice mirándome – Mis hombres te vigilaran toda la noche, puedes caminar por la bodega, pero de aquí no podrás salir a menos que él quiera – advierte haciéndome asentir

- Gracias – digo sinceramente mientras acaricio mis muñecas que se encuentra rojas

Él solo me mira una vez más para alejarse hacia la única puerta por la que se podía salir de aquí.

- Viktor – digo antes de que salga haciendo que se detenga abruptamente

- No somos amigos – advierte con frialdad haciéndome paralizar – Trata de no hablar con nadie a menos que sea muy necesario – finalmente se aleja no sin antes dejar a algunos hombres cuidando la puerta y las esquinas de esa viaja bodega

-         No somos amigos – advierte con frialdad haciéndome paralizar – Trata de no hablar con nadie a menos que sea muy necesario – finalmente se aleja no sin antes dejar a algunos hombres cuidando la puerta y las esquinas de esa viaja bodega

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Camino hacia mi habitación, pero me detengo abruptamente cuando Amanda la hija de la cocinera se encuentra en mi cama casi desnuda.

- ¿Qué haces aquí? – pregunto con molestia mientras entro por completo

- Esperaba a mi señor – dice seductoramente mientras gatea hacia la orilla de mi cama

- No seas ridícula y sal de mi habitación – ordeno con cansancio

LA ORDEN NEGRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora