Dicen que la sangre encontró al inocente y el asesino encontró a su redención...
Mientras el fuego los consumía ambos danzaban justo en la oscuridad...
Las llamas los alcanzo finalmente para ambos contar su amor a la muerte...
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¿Qué había hecho?
Estaba segura de que lo lastime, tal vez todas esas cosas horribles que dicen de él sean verdad, pero conmigo se ha portado tan distinto y yo simplemente lo juzgue y creí todo.
Finalmente conseguí lo que quise todo este tiempo ¿No?
Era una completa idiota.
- Mikel – digo rápidamente mientras salgo de la habitación para seguirlo, pero ya no se encuentra en el pasillo
Camino con rapidez hacia su habitación, pero cuando entro lo único que me recibe es la oscuridad.
- Maia. ¿Estás bien? – la voz de Ana hace que me gire rápidamente a verla
- No Ana, no estoy bien – digo con las lagrimas corriendo por mis mejillas – Le he dicho cosas horribles a Mikel y no lo encuentro. ¿Lo has visto? – pregunto acercándome a ella
- No, no lo he visto pero dime ¿Qué fue lo que sucedió? – pregunta tomando mis manos entre las suyas ahí en ese desolado pasillo mientras las lágrimas me traicionaban
- Él me dijo que me amaba, que me necesitaba – digo mientras lloro de nuevo desconsoladamente – Él me confeso sus sentimientos y yo le dije cosas horribles Ana, no tuve que reaccionar de esa manera, le hice creer que le temía cuando en realidad lo que temo es entregarme por completo a él – explico mientras la abrazo
- Lo siento mucho, Maia. Tal vez solo necesita un poco de tiempo para calmarse y puedan hablar más razonablemente – dice tratando de consolarme
- Ana yo en verdad no quiero perderlo – digo contra su hombro
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Las palabras de Maia no salían de mi cabeza "hay cosas en tú pasado que me asustan".
La mujer que amaba me temía y eso no podía ser mas jodido.
Mientras sigo pensando en la discusión entro al área donde tenía a Seth, me siento justo en medio de esa parte del bosque que le otorgue mientras lo siento acercarse lentamente hasta tirarse a mi lado con su cabeza en mi regazo mientras suelta aullidos suaves, como si supiera lo que me dolía el corazón en esos momentos.
