Capítulo 6. K.F. ella, mi paz

76 10 0
                                    

No podía ser. No podía haber sido un sueño. No. Era demasiado real para ser un simple sueño.

Bajé de la cama y corrí hasta el cuarto de mis padres y ahí estaban, durmiendo tranquilamente. Me acerqué y comprobé que respiraban, que estaban vivos. Fui al baño y me eché agua en la cara para tranquilizarme un poco y vi el mordisco en mi cuello. De repente perdí el color y empecé a pensar que me estaba volviendo loco. Cuando una risa sonó en mi mente.

Z: Mi marca -susurró esa mujer en mi oído. Me giré y no la vi.

-Qui...quién esta ahí -pregunté nervioso pero no obtuve ninguna respuesta.

-No hace gracia -volví a hablar.

Me acaricié la marca y me miré en el espejo. Me la tenía que ocultar de algún modo, eso sin duda. Corrí hasta el armario y cogí una camisa con el cuello alto. Me la puse y me tumbé en la cama《estás loco tío》pensé.
Después de unos minutos en silencio pensé en mi abuela, ella tenía que saber.

Me levanté y me peiné, intenté respirar hondo y tranquilizarme y cuando lo conseguí fui hacia su casa y llame al timbre.

K: Hijo, ya te esperaba.
¿Hoy no tienes universidad?

-No, hoy hay fiesta -mentí para que no se llevara una mala imagen de su único nieto- quería hablar contigo.

K: Claro, pasa anda y toma asiento. Siéntete como en tu casa.

Entré agradeciéndoselo y me senté.
-Abuela, si sueñas que te hacen daño; ¿es posible que despiertes con la herida?

K: Amor los sueños son solo sueños, los crea tu subconsciente y cuando despiertas ya no están.

Me bajé el cuello de la camisa enseñandola que me faltaba un trozo de carne en el cuello.

K: Dios que te ha pasado ahí.
Ven anda que te curo.

-Es el sueño abuela.

K: Dudo que haya sido un simple sueño. Tu pasado es algo complicado, a lo mejor tiene algo que ver.

-Soñé que una mujer alta que tocaba el techo con la espalda me mordía el cuello y me desperté de repente con el dolor y con la marca. Tengo mucho miedo abuela.

K: Quédate esta noche aquí ¿si? será lo mejor para que te tranquilices, necesitas desconectar.

Asentí en silencio mirándola.
-Luego les diré a mis padres humanos que me quedo aquí.

K: No puedes irte tu también pequeño, no puedes dejarme. Si tú te vas me quedo sola, otra vez, y no lo aguantaré.

La abracé intentando tranquilizarla y la apoyé en mi pecho.

[Kate's Pov]

Le seguí el abrazo y le pegué a mi sintiéndole cerca. Era como mi bebé, como el hijo que nunca tuve ya que Emily desde que entró al instituto empezó a separarse de mi, a alejarse, a distanciarse. Y es algo normal en esa edad. Se piensan que son independientes y no se dan cuenta del daño que nos hacen, pero ya daba igual, hacía mucho que esa etapa había pasado. Hacía muchísimo tiempo que no abrazaba a nadie, que no me sentía querida y lo necesitaba. Nesitaba un buen abrazo. Él era mi bebé. Le quería como a mi propio hijo, eso sin dudarlo.

[Ethan's Pov]

Noté como me abrazaba con ganas y melancolía. Ella de alguna manera u otra me acercaba a mi madre.
La pegué a mi e inhalé su olor, acaricié su espalda y sonreí.

-Te quiero mucho yaya, no te haces una mera idea de cuanto.

K: Y yo a ti pequeño, y yo -me abrazó más fuerte y se le cayó una lágrima.

-No llores anda -la sequé las lágrimas- por favor abuela, no llores.

K: No quiero perderte a ti también cariño, eso es todo.

-No me vas a perder, te lo prometo, me quedaré siempre contigo.

K: Tienes que tener mucho cuidado con lo que sueñas y con quien te relacionas, puede llegar a ser peligroso si no.

-No lo he soñado queriendo. Además parecía real, pensé que estaba despierto, en ningún momento sabía que era un simple sueño.

K: Espero que esa cosa no te haga daño, ojalá no vuelvas a soñar con ella ni que se acerque a ti.

-En el sueño me despertaba e iba a la universidad. De camino hablaba con una mujer que me decía que su hijo había fallecido y yo había estado hablando con él minutos antes. Al volver a casa me encontraba a toda mi familia muerta y después el ser me mordía el cuello. Cuando acabó de hacerlo me desperté de golpe y vine aquí. Te juro que parecía real yaya.

K: Tiene algo que ver con tu pasado de espíritu, lo sé, es evidente.

La abracé y se acurrucó en mi.
-Te quiero abuela.

K: Eres lo mejor pequeño.

-Que va.

K: Lo eres y lo sabes.

Reí y seguí abrazándola.
-Tú si que eres lo mejor.

K: Que va, que va -se sonrojó y sonreí mirándola- ahora a dormir pequeñajo, que es tarde.

-No quiero dormir.

K: Estaré contigo. No te pasará nada ¿si? Te cuidaré.

-Pero no me puedes proteger en mis sueños, solo en persona.

K: Pero si puedo despertarte si veo que te mueves mucho.

Asentí y me tumbé en la cama.
Poco después me quedé dormido.

Ethan Fitzgerald [EDITANDO] [LS 2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora