Capítulo 25. El trauma de Phoebe

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B: Despertad dormilones -gritó todo lo alto que pudo, lo que hizo que al instante todos estuvieran en frente nuestra.

J: Hombre Ben.

-Como hayas despertado a Phoebe te mato -susurré contra su cuello.

Sl: ¿Qué es este ruido? -dijo mirando a Ben algo enfadado- Hombre, pero cuanto tiempo, hacía mucho que no venías por aquí.

Al ver a mi padre ahí abajo mirándonos, me levanté de encima de Ben rápidamente y le miré.

-Buenos días papi.

Sl: ¿Dónde estabas? He tenido que dormir con Phoebe.

-Eh... salí a dar un paseo, ¿está bien?

Entonces vi bajar a Phoebe por las escaleras y observé que estaba llena de sangre.

-Amor -corrí hasta ella asustada y la cogí en brazos- mi niña, ¿qué ha pasado?

P: Sally me ha dicho que ibamos a jugar -dijo susurrando- no me gusta este juego.

-¡Sally! -grité enfadada.

S: Hola.

-¿A que habéis jugado exactamente?

S: A bañarnos.

-¿Y por eso está llena de sangre?

P: había una chica en la bañera -dijo con lágrimas en los ojos.

-Sally que coño habéis hecho.

S: Nada.

-O me lo dices o acabaré como ella pero con tu sangre encima.

La verdad es que dije esas palabras sin pensar, sin darme cuenta de que Phoebe estaba allí. Mi lado crepy salió a la luz sin quererlo.

Oí un llanto y me di cuenta de que Phoebe estaba llorando asustada por lo que acababa de decir. Vi como corría hacia Slender y le abrazaba.

-Mira lo que has conseguido joder.

Sl: Te recuerdo que tu hija no es crepy. Eso lo has hecho tú Sarah, no ha sido culpa de Sally.

-Y vosotros ya podríais haberla parado, sabíais que Phoebe no era crepy. Podríais haber intuido que se traumaría o que acabaría mal.

Sl: Nosotros no sabíamos nada, no nos eches la culpa.

-Pero podríais haberla vigilado, ahora a traumado a mi hija joder y ha hecho que me cabree.

Sl: Eres tú la que tendrías que haber estado con tu hija, pero no, te fuiste por ahí a saber donde.

Cuando terminó de hablar subí arriba enfadada y entré en mi cuarto dando un portazo. Cogí mis maletas y las bajé abajo.

-Phoebe ven, nos vamos. No voy a permitir que nadie me llame mala madre.

Estiró los brazos hacia mi llorando.

B: Sarah, ¿a dónde vas?

La cogí despacio y la acurruqué en mi pecho. Cogí mis maletas y salí de la casa como pude, sin decir nada más. Entonces escuché unas pisadas detrás de mi, me giré y era Ben.

B: No te vayas.

-No quiero que mi hija esté bajo el mismo techo con esa gente. Ella no es crepy, fue mala idea volver aquí. Por algo antes hacía todo lo posible para relacionarme con los humanos y no estar con ellos.

B: ¿Quieres venir a mi casa?

-¿Hay algún crepy más?

B: No, vivo solo.

Cuando le escuché sonreí.
-¿Donde decías que quedaba tu casa?

Cogió mis maletas y comenzó a andar delante mía. Le seguí mientras acariciaba el pelo de Phoebe en silencio y a la vez le miraba.

-Tranquila amor, no les verás nunca más ¿si?

P: Pero Sally es mi amiga mami.

-No lo es, es mala, muy mala ¿qué le hizo a la niña de la bañera?

P: No sé.

Suspiré mirándola.
-Y porque estabas llena de sangre.

P: La niña estaba fría y tenía pupas.

-¿Sally la hizo las pupas? -se encogió de hombros mientras me miraba.

P: No sé mami, la niña ya estaba así cuando entré en la bañera.

-Quiero que olvides a Sally y a la niña ¿si? Y a todos los de la casa.

P: Va...vale -tartamudeó algo confundida.

(...)
Caminamos durante unos veinte minutos sin descanso y por fin llegamos a la casa de Ben.

Ethan Fitzgerald [EDITANDO] [LS 2] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora