LA VIDA FUERA DEL CLAN VULTURI ERA MUY DIFERENTE Y VAYA QUE LE ERA MUY AGRADABLE debido a que el mundo era muy diferente a como lo recordaba además de que al fin podía estudiar lo que le llamara la atención además con la ayuda de Carlisle le era mucho más sencillo así que el estudiar medicina solo fue una de las carreras que más le gustó estudiar.
El cuerpo humanos y lo que sucede con él le era muy interesante, nada estaba ahí por que si en realidad cada parte del cuerpo tenía una función en específico algo que le atrajo en seguida, pero no solo fue eso si no que también decidió estudiar historia debido a que se perdió de mucho estando en esas grandes paredes y con la historia vino el arte, con el arte la música, con la música la literatura y con la literatura la filosofía.
Tenia tanto que aprender y con tanto tiempo le era emocionante, aun más cuando tenia a Carlisle a su lado quien estaba encantado de mostrarle todo lo que él conocía y por supuesto también dispuesto a aprender en la áreas que no había estado y su esposa si.
- Carlisle - voltea viendo a su esposa - Ven a ver -
Camina hacia la mujer quien se encuentra en su estudio un lugar solo para ella de un tapiz rojo con varios estantes llenos de libros y las paredes llenas de pinturas.
- ¿Qué sucede querida? - pregunta al verla igual de sonriente como siempre
La rubia toma una rueda de bicicleta para luego hacer que esta gire, camina hasta una silla giratoria para luego comenzar a girar si que ella no haga nada.
- La rueda sirve como motor para que la silla pueda girar sin que yo no haga nada - explica - Es interesante además si la muevo entonces sirve para que frene -
El hombre la observa feliz, ahora estaba en estudiando física y al ser un área demasiado grande se entretiene haciendo experimentos cual niña pequeña con un nuevo juguete.
- Eso es fenomenal querida - felicita el hombre contento
La mujer deja las cosas en su lugar para luego ir hacia uno de sus cuadernos apuntando sus conclusiones del tema, la rubia era alguien muy organizada siempre haciendo sus cosas en orden teniendo un cuaderno para cada área que estudia e incluso con colores diferentes.
La observa detenidamente ya que su imagen había cambiado al menos un poco, su cabello rubio estaba perfectamente recogido en un moño bajo, aún seguía vestida con su camisón que a pesar de no dormir le gustaba estar cómoda y trae puesto una bata azul que de hecho es de él, pero poco le importa y finalmente estaba descalza.
- ¿Por qué me miras tanto? - su voz lo trajo de nuevo a la realidad
- Solo observo lo hermosa que es mi esposa - responde con una sonrisa
Se acerca a la mujer besando su mejilla mientras acaricia su cintura para acercarlo lo más posible ocasionando una risa por parte de su compañera.
- Mi amado esposo - bromea la mujer dejando sus manos en los hombros del rubio
- Mi amada esposa - copia su tono
Para los humanos ellos eran una pareja envidiable después de todo ambos tenían una gran belleza y parecían perfectos ya que siempre se les ve felices como si siguieran enamorados como el primer día incluso cuando ambos seguían juntos desde hace más de dos siglos.
- Nos iremos a Chicago en unas semanas - anuncia el rubio
- ¿Ya están sospechando verdad? - cuestiona la mujer
- Así es -
- Me gusto estar aquí en Italia, los días son muy bonitos -
- Volveremos - asegura el hombre
- Lo sé, pero extrañare el lugar, como extraño Londres, Tokio o Irlanda - nombra los lugares que visitaron
- Me gusto verte vestida con su ropa tradicional - comenta el hombre con una sonrisa
Aquello la hace reír.
- Y a mi me gusto visitar tu antiguo hogar, fue muy lindo, sobretodo ver tus cosas cuando eras niño -
- A mi me gusta estas muñecas - dice señalando una colección de los juguetes - Aro tiene buen gusto en cuanto regalos -
La mujer sonríe una vez más. Aro Vulturi podía ser cruel e incluso bastante cínico, pero para Margaret él era un padre, él único padre que llegó a conocer del todo.
- Debiste ver la primera vez que me entrego una de ellas - dice agarrando una muñeca con un vestido amarillo, cabello castaño y ojos verdes - Grite emocionada y a palabras de Marcus si fuera humana hubiera llorado de la felicidad -
- Ya vi esa reacción - comenta el hombre con orgullo - Cuando te di este anillo -
Toma la mano de la rubia para luego besar sus nudillos.
- La mejor decisión que tome fue aceptar ser la señora Cullen -
- Amo cuando cualquiera te llama así - besa delicadamente distintas partes del rostro de su esposa - La señora Cullen, me hace sentir afortunado el tenerte a mi lado -
Sonríe contento cuando la mujer toma su mejilla para unirlo a un beso suave, pero a la vez con cierta pasión.
- mon rire - susurra el hombro cuando se alejo ligeramente de su esposa
- coeur - susurra la mujer dejando su cabeza en el pecho del rubio
Ambos se quedan ahí abrazados escuchando lo que hay a su al rededor sin la intención de alejarse si quiera un poco.
Son un feliz matrimonio, pero de igual manera cualquier matrimonio deseo al menos por un segundo algo más que pueda unirlos, algo como un niño.
Margaret siempre supo que su deber como mujer era darle hijos a su futuro esposo, una idea tan poco apropiada en cuanto Aro le dijo que podía hacer más que una simple madre, pero aun sabiendo que esa no era una obligación si no un deseo lo convirtió en eso: un deso.
No podía tener hijos ya que los vampiros no pueden tenerlos, aún así le era una linda idea tener a una pequeña niña o un pequeño niño idéntico a ella, no le gustaba la idea del proceso para tenerlo aunque sin embargo el resultado le era muy bello.
Margaret debería tener cuidado con lo que desea ya que la vida podría darle incluso hasta diez niño.
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❝𝐌𝐀𝐓𝐑𝐈𝐀𝐑𝐂𝐇❞¹ || ❝ᶜʳᵉᵖᵘˢᶜᵘˡᵒ❞
Fanfiction𝐌𝐀𝐓𝐑𝐈𝐀𝐑𝐂𝐇 𝒃𝒚:𝒂𝒏𝒅𝒓𝒆𝒂𝒑𝒐𝒕𝒕𝒆𝒓𝒃𝒍𝒂𝒄𝒌 𝕯onde conocemos a la matriarca del clan Cullen.