11.- Unicornio

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Caminamos siguiendo la orilla del río que se interna en el bosque. Vali tira de las riendas del caballo y no aparta su mirada del frente. Camino del lado opuesto que lo hace él sin dejar de preguntarme, que sucedió anoche. No sé porque no puedo sacarme el pensamiento de él de mi mente.

—¡Vali! —lo llamo y el responde sin girarse o detenerse.

—Lo de anoche...—esta vez si gira el rostro hacia mí.

—Quedó en el pasado y no volverá a suceder—murmura volviendo a mirar hacia el frente.

Su respuesta ha cambiado. Miro a sus ojos fijamente y analizo los gestos de su rostro que en tan poco tiempo he llegado a comprender.

—Siento curiosidad por algo—murmuro intrigada—. ¿Porque yo no recuerdo nada y tu sí?

Se detiene. Creo que he dado en el clavo. Esta mañana cuando le dije que no recordaba nada pude la decepción en su rostro. Y ahora que le he vuelto a preguntar no ha dicho que tampoco recuerda, ha dicho que quedó en el pasado.

—Eir, ¿Por qué quieres sacar el tema de la noche anterior nuevamente? Ya te dije que no...

—Sé lo que dijiste—lo interrumpo—, pero como tú, he aprendido a reconocer cuando ocultas algo. Sé que recuerdas muy bien lo sucedido anoche y me pregunto si bebimos lo mismo, ¿porque yo no recuerdo?

—Cuando te besé anoche, dejaste de ser tú—retoma la marcha y me quedo congelada en el lugar por un instante.

Corro y lo alcanzo, pero esta vez camino a su lado.

—¡Brenda! —exclamo asombrada—. No me esperé que esto sucediera así de repente—murmuro preocupada—. Me preocupa que estemos cambiando sin darnos cuenta y después ni siquiera la otra recuerde nada.

—Tu querías olvidar todo lo sucedido, lo hiciste, en teoría.

—No es lo mismo olvidar a no recordarlo porque no fuiste tu quien lo vivió.

—Dijiste que los elfos nos pueden ayudar a unir las dos mentes—asiento con la cabeza—. En cuanto tengamos el ultimo ingrediente, resolveremos este asunto de una vez por todas.

El bosque comienza a desaparecer dando paso a un prado de color verde brillante. Cientos de mariposas comienzan a levantarse de entre la hierba y volar a nuestro alrededor. Cierro los ojos y sonrío. Abro mis brazos y doy varias vueltas. Cuando abro los ojos corro como una niña pequeña en un mundo de fantasías.

Esto de aparecer de la nada en donde menos me lo espero me está comenzando a preocupar. Lo ultimo que recuerdo es quedarme dormida sobre su pecho aspirando su delicioso olor mientras el me abrazaba. Y ahora aparezco caminando por el medio de un bosque en pleno atardecer.

—¡Esto es fabuloso! —exclamo mientras me giro hacia Vali y le sonrío—. ¿Dónde estamos? —pregunto intrigada por este mágico lugar al que me ha traído.

Vali me observa entrecerrando los ojos.

—En el bosque encantado.

—¡Increíble! Es donde vive el unicornio ¿cierto?

Vali se detiene de repente.

—¡Brenda! —exclama percatándose de que soy yo y no la sanadora.

—Sí, esto de aparecer así no me gusta para nada.

—Es extraño estar conversando con alguien y de repente conversar con otra persona.

—Dímelo a mi—miro todo a mi alrededor—. ¿Dónde está el unicornio? —le pregunto.

—Tendremos que adentrarnos más en el bosque y esperar.

Camino delante de Vali mirando todo mi alrededor. Es un lugar mágico, con flores de miles de colores, aves cantando entre los árboles que nos rodean. Puedo ver los animales del bosque que corren frente a nosotros sin temor alguno. Las liebres saltan entre mis piernas mientras las aves cantan en los árboles. Algunas vuelan cerca de nosotros. Puedo ver algunos cervatillos que brincan entre la hierba y se acercan a nosotros. Estiro una de mis manos y lo acaricio. Su pelaje es muy suave. Sonrío como idiota mientras me detengo y todos los animales me rodean.

Fuego Sagrado© (+18) #2 FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora