21.- Eternidad

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—¡Heimdal! —exclamo asombrada.

Aún no he podido procesar lo que está sucediendo. Como es posible que esté vivo.

—¡Papá! —grita Astrid mientras corre hacia él y este la estrecha entre sus brazos.

Han pasado más de dos mil años desde que se vieron por ultima vez. Ingrid, mira con el ceño fruncido hacia su madre y su abuelo al que nunca conoció porque estaba muerto.

—¿Cómo es posible? —susurra Ingrid aún estupefacta a mi lado.

—No lo sé, pero creo que deberías ir a conocer a tu abuelo—la aliento mientras esta comienza a caminar hacia donde está su madre.

Astrid le presenta a su abuelo y se abrazan con fuerza.

—Sanadora—se acerca ahora a mi después de separarse de su hija y su nieta—. Aún mis visiones están algo confusas. ¿Qué ha sucedido en mi ausencia?

Nos sentamos y entre los tres lo ponemos al corriente de todo lo que sucedido tras el Ragnarök y su muerte.

—Entonces, de los hijos de Odín solo quedó vivo Vali.

—Así es.

—Creo que mi mente sigue algo confusa con las visiones de hace dos mil años. Continúo viendo a Odín sentado en su trono y rodeado de sus hijos.

Astrid y yo nos miramos fijamente.

—¿Será posible?

—Solo hay una forma de averiguarlo—responde ella mientras da un silbido y aparece su pegaso.

Murmuro su nombre en mi mente y Moonlight aparece unos segundos después. Me subo de un salto sobre este y puedo ver que Heimdal aún está confundido.

—¿Tienes el unicornio por pegaso? —pregunta confundido.

—Esa es otra historia, ya nos pondremos al día.

Nuestros corceles levantan vuelo y nos dirigimos hacia el palacio real de Asgard. Todo se mantiene exactamente como la ultima vez que estuve aquí.

Astrid lidera el camino y yo la sigo de cerca rumbo al salón del trono. A medida que nos acercamos, puedo sentir las voces de cientos de personas. Murmuros inentendibles que se acumulan.

Los guardias nos abren las puertas y los murmullos se calman. Dentro del salón, cientos de personas se giran hacia nosotros.

—Al fin un rostro conocido—una gruesa voz masculina escapa entre la multitud que se aglomera a su alrededor.

Las personas comienzan a apartarse y entonces un hombre de una belleza desorbitante se acerca a nosotras. Lleva una armadura dorada con una capa roja colgando en su espalda. Se detiene frente a nosotras y en lo primero que me fijo es en el símbolo de un martillo en el centro de su pecho. ¿Será uno de los hijos de Thor?

Su cabello es ligeramente ondulado, de color rubio rojizo y cae sobre sus hombros. Las facciones de su rostro son finas y delicadas, pero posee una mandíbula fuerte. Su cuerpo es robusto y fornido.

—¿Qué es lo que ha sucedido? ¿Quién nos ha traído de vuelta del Valhala?

—Thor, sé que debes estar confundido, nosotras también lo estamos.

¿Thor?

Abro los ojos comprendiendo lo que esto significa. No solo Heimdal ha regresado de entre los muertos, el dios del trueno también lo ha hecho.

—Lo único que hice fue restaurar el árbol de la vida—murmuro en voz baja.

—¿Alguien más a regresado además de Heimdal y tú? —pregunta Astrid mientras miro entre la multitud buscado a Vali.

Fuego Sagrado© (+18) #2 FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora