19.- Valkiria

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—¿Desde cuándo lo sabes? —inquiero curiosa mientras me siento en el sofá de terciopelo negro.

—Lo supe desde el instante en que pusiste un pie en el palacio, eres igual a ella.

Como puede saber como lucía mi madre. Eso es imposible.

Magnus se acerca al escritorio y abre un primer cajón de donde saca una llave. Después se pone de pie y se acerca a un cuadro que hay en un extremo de la pared, lo retira y detrás de este hay una especie de caja fuerte. La abre y saca de allí un cuaderno de cuero algo desgastado. Debe ser muy antiguo.

—Era de nuestro padre—levanto la mirada del cuaderno y me pierdo en su mirada—. Este cuenta la historia de amor que tuvo con una elfa. Incluso hizo dibujos de ella.

Comienzo a hojear el cuaderno con cuidado y justo en la primera página encuentro el primer dibujo. Soy yo la que está en esas páginas dibujada y me es imposible de creer lo idéntica que soy a mi madre.

—¿Porque no dijiste nada? —pregunto sin comprender.

Si sabía que era su hermana, ¿porque no lo dijo?

—Quería ver cuál era tu intención y me percaté que ni siquiera sabías nada. Así que decidí esperar, no quería equivocarme contándote algo cuando quizás solo era mera coincidencia tu parecido.

—No he venido a quitarte el trono Magnus—me mira frunciendo el ceño—. Solo quería que lo supieras, recién acabo de descubrirlo.

—¿Entonces que es lo que deseas?

—Que me cuentes de nuestro padre.

—Lo que sé de él, lo sé por sus diarios— se sirve otra copa—. Él sabía que tú madre estaba embarazada, e incluso antes de que nacieras te quería mucho—comenta distraído—. Sus narraciones en el diario son muy detalladas—me quedo impactada por esta confesión de su parte. Entonces siempre supo que tenía un hermano en algún lugar del mundo—. Puedes quedarte con ese diario, creo que ese te pertenece.

—Gracias Magnus.

—Bien, aclarado todo, qué tal si cenamos algo—hace una pausa—. Vamos al comedor privado mejor.

No esperaba que Magnus cambiara su comportamiento liberal conmigo. Pero, por otra parte, agradezco que no intente seducirme como la ultima vez que estuve aquí.

Después de la cena Magnus se disculpa y se marcha a atender a sus invitados no sin antes pedirnos que antes de partir en la mañana asistamos a una audiencia que se realizará en la arena. Aceptamos su petición y nos retiramos hacia nuestra habitación.

En la mañana varios guardias nos acompañan Hacia la arena. A medida que salimos del palacio miro a Astrid y ella me mira con preocupación marcada en su rostro. No tenemos idea de nada. En nuestro recorrido hacia la arena no veo a un solo vanirio deambular por la ciudad.

—¿Dónde están todos? —le pregunto a los guardias.

—En la Arena excelencia.

Debe de ser muy importante para que una ciudad entera se paralice por esta audiencia.

A medida que nos acercamos al enorme coliseo se puede sentir el murmullo y la algarabía de miles de personas. Nos conducen por una entrada que no es por la que están entrando los últimos vanirios rezagados. Los guardias se detienen detrás de unas puertas y allí esperamos.

—Ya podemos comenzar con la ceremonia—escucho la voz de Magnus acercarse a nosotras.

¿Ceremonia?

Miro a Astrid sin entender nada.

—¡Magnus! ¿De que ceremonia hablas?

—Son dos en realidad. La primera es para convertirte en valkira, desde luego. Y la segunda dependerá de la primera.

Fuego Sagrado© (+18) #2 FuegoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora