XXIX

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De nuevo, el fondo negro y la arena llegaron alrededor de Alicee, la chica bajó de la cama y comenzó a caminar recto, a lo lejos miró a Paul y a su madre discutiendo

—¡No! —dijo Paul—¡No!,¡No!,¡NO!

Alicee descubrió que su hermano estaba dando puñetazos contra el suelo de la tienda

"Paul..." —pensó Alicee—

Su madre estaba a su lado, sujetando sus manos, su rostro una mancha gris escrutándole

—Paul, ¿Qué ocurre?—Respondió Jessica—

—¡Tú! —dijo él—

—Estoy aquí, Paul—Respondió Jessica—Todo está bien

—¿Qué has hecho conmigo?—exigió—

En un destello de claridad Alicee captó alguna de las raíces de la pregunta

—Te he traído al mundo —Respondió Jessica—

Alicee sabía por su instinto y por sus más sutiles conocimientos, que esta era una respuesta para calmar a su hermano

—Déjame—dijo—

Ella notó la acerada dureza de su voz y Jessica obedeció

—¿Quieres decirme qué es lo que te ocurre, Paul? —preguntó Jessica—

—¿Sabías lo que hacías cuando me adiestraste?—preguntó él—

—Esperaba lo que esperan todos los padres, que fueras… superior, distinto...

—¿Distinto?

Ella percibió la amargura en su tono

—Paul, yo… —Respondió Jessica—

—¡Tú no buscabas un hijo! —dijo él—¡Tú buscabas un Kwisatz Haderach!,¡Tú buscabas un macho Bene Gesserit!, Claro...¡Claro!, ahora entiendo a mi hermana

Ella retrocedió ante tanta amargura

—Pero, Paul...

—¿Consultaste alguna vez a mi padre para esto?

—Seas lo que seas, Paul, la herencia te viene compartida de tu padre y mía...

—Pero no mi adiestramiento —dijo él—No las cosas que… han despertado…en mi

—¿En ti?

—Está aquí—Puso una mano en su cabeza y luego en su pecho—En mí y sigue adelante y adelante y adelante y adelante y…

—¡Paul!

Sentía la histeria surgiendo en su voz

—Escúchame —dijo él—¿No querías que la Reverenda Madre supiese de mis sueños?, ahora escúchame en su lugar, acabo de tener un sueño despierto, ¿Sabes por qué?

—Tienes que calmarte —dijo ella—Si hay…

—La especia —dijo él—Está por todos lados aquí… el aire, el suelo, la comida, la especia geriátrica, es como la droga de la Decidora de Verdad,¡Es
un veneno!

"Paul también se dió cuenta de la especia..."—pensó Alicee—

La voz de Paul descendió hasta un murmullo y repitió

—Un veneno… tan sutil, tan insidioso…tan irreversible, no mata, a menos que uno deje de tomarlo, nunca podremos abandonar Arrakis sin llevar una parte de Arrakis con nosotros

La terrible presencia de su voz no admitía ninguna réplica

—Tú y la especia —dijo Paul—La especia transforma a cualquiera que la tome aunque sea a pequeñas dosis, pero gracias a ti, yo he vivido esta transformación en plena consciencia, no puedo relegarla al inconsciente, donde su intromisión podría ser sofocada, yo puedo verla

—Paul, tú…

—¡La veo! —repitió él—

Ella percibió la locura en su voz, sin saber qué hacer, pero él habló de nuevo, y observó que el férreo control volvía a dominarlo

—Estamos atrapados aquí

Alicee aceptó la verdad de sus palabras, ninguna presión Bene Gesserit, ninguna astucia o artificio podrían liberarlos completamente de Arrakis, la especia era adictiva, su cuerpo lo había sabido mucho antes de que su mente lo admitiera

—Debo hablarte de mi sueño despierto—dijo Paul, ahora no había furia en su voz—Para estar seguro de que aceptarás lo que diga, te diré en primer lugar que darás a luz una hija, mi hermana, aquí en Arrakis

Jessica apoyó sus manos en el suelo de la tienda y se apretó contra la curvada pared para rechazar la oleada de temor, sabía que su estado no era aún visible, sólo su propio adiestramiento Bene Gesserit le había permitido leer los primeros débiles signos en su cuerpo, advertir la presencia de un embrión de apenas unas semanas

—Sólo para servir—susurró Jessica, ciñéndose a la divisa Bene Gesserit—Existimos sólo para servir

—Encontraremos un hogar entre los Fremen—dijo Paul—Donde nuestra Missionaria Protectiva nos ha preparado un refugio, no puedo decirte aún las cosas que ocurrirán—dijo—No puedo decírmelo ni a mí mismo, aunque las he visto, este sentido del futuro… parece como si no tuviera ningún control sobre él, simplemente se manifiesta, el futuro inmediato, digamos un año, puedo verlo en parte…un camino amplio como nuestra avenida Central en Caladan, Pero hay cosas que no puedo ver… lugares oscuros… como situados al otro lado de una colina

Permanecieron en silencioso, Alicee recordó aquella visión que también la perturbaban, aquel avistamiento a la mente de Kynes, la cena en Arrakis, y ahora esto, ningún sueño presciente, ninguna experiencia de su vida pasada la habían preparado para esto

Todos los velos habían caído, el tiempo se le presentaba en su desnudez, en el revivir de su experiencia reconoció su terrible finalidad, la irresistible presión de su vida dilatándose como un burbuja siempre en expansión… el
tiempo retrayéndose ante aquello…

Una débil luz verdosa empujó las sombras, calmando su miedo,su madre había encendido una pequeña lámpara, Alicee observó el
rostro de Paul, sus ojos… su mirada interior y supo dónde había visto antes una mirada parecida, las fotos en los informes de desastres… en los rostros de los niños que habían conocido el hambre o las más terribles heridas, los ojos eran pozos sin fondo, la boca una línea dura, las mejillas profundamente hundidas

"Solo...somos dos niños de quince años en problemas de adultos..."—pensó Alicee—

—Mi padre—dijo Paul— me encargó transmitirte un mensaje si le ocurría algo, temía que pudieras pensar que no tenía confianza en ti

Alicee miró los pensamientos de su madre,"Que inútil sospecha"—pensó Jessica—

—Quería que supieras que nunca dudó de ti—dijo Paul—Quería que supieras que siempre tuviste su absoluta confianza, que siempre te amó y te adoró, dijo que antes hubiera sospechado de sí mismo que de ti, y que sólo tenía algo de qué lamentarse, no haberte hecho su Duquesa

Alicee sintió un nudo en la garganta y en el estómago

Jessica se secó las lágrimas que corrían por sus mejillas, pensando "¡Qué estúpido derroche de agua!", Pero sabía lo que significaba aquel pensamiento…una tentativa de anular el dolor con cólera, "Leto, mi Leto"—pensó—"¡Qué horribles cosas podemos hacer a los que amamos"

Paul percibió el dolor de su madre y lo comparó con su propia vaciedad

"Yo...no siento dolor"—pensó Paul—"¿Por qué?

Alicee al ver aquella incapacidad de ver a su hermano experimentar dolor le pareció algo horrible, ella lo había experimentado también y aún así se guardaba sus lágrimas para darle luto a su padre en otro momento


𝓣𝓱𝓮 𝓬𝓱𝓸𝓼𝓮𝓷 𝓸𝓷𝓮𝓼 (⊃∪∩⪽)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora