14

138 20 3
                                    


La oscuridad se transformó en luz,una luz muy brillante y blanca, estaba en un "quirófano".

- ¿No era una chica? -un "doctor" se preparaba de la forma menos higiénica posible para la "operación" que se realizará-.

- Se supone que si pero están teniendo problemas con ella alla afuera, así que traje a este muchacho para conseguir más -.

El supuesto doctor simplemente se encogió de hombros, le daba igual al fin y al cabo le iban a pagar.

- Muy bien chico -la pelirroja lo guío hasta la "camilla" - acuéstate ahí y no hagas las cosas más difíciles -.

El joven no puse resistencia y solo obedeció, mirando el techo blanco de aquel lugar, siendo lo último que vería en esta vida antes de partir, ¿De verdad este era su final?.

- Bien amigo, es hora de decir adiós -el "doctor" coloco una mascarilla en su boca y nariz, anestesia, al menos no sentirá nada, respirando con calma, disfrutando cada respiro, sintiendo los párpados pesados mientras su vista se nublaba -.

.....Al menos moriría sin sentir dolor....

O eso esperaba, la puerta se abrió de golpe mostrando a una joven rubia despeinada llena de tierra y sangre, portando un arma.

- ¿¡Samantha?! -la mujer mayor miro a su hija ¿¡Cómo escapo?!-.

- ¡Samantha huevos! -le apunto con el arma mientras caminaba hacia ella- ¡¡tu y yo tenemos cuentas pendientes, y si no te mato yo te mataran esos hombres!! -estaba exaltada, enojada y la adrenalina corría por sus venas-.

- Señorita...no ve que está -.

- ¡Usted cállese! -sin pensar Sam le disparó al doctor tirandolo al suelo más no matándolo- ....tu.... -volvio a ver a su madre- eres una maldita perra traicionera que solo busca su bienestar -.

- Yo no soy ninguna traicionera -su mirada nunca se bajó, mostraba superioridad ante su hija- ¡Es mas, deberías agradecerme por qué me metí con el estúpido de tu padre y ahora estás aquí! —.

— Eso también te hace un maldita puta —su voz es hostil, estaba tan furiosa con su madre....bueno....si se le puede seguir llamando madre— dios sabrá con cuántos hombres te acostantes para cumplir tu cometido —.

— No permitiré que me hables de esa forma, te recuerdo que sigo siendo tu madre —.

— ¡JA! —esa carcajada sarcástica, no había duda de que era heredada por parte de Simon— ¿Tu?¿Mi madre?, no me hagas reír Graoud —.

— ¡No me hables en ese todo jovencita! ¿O que va hacer? ¿Matarme? —se acerco un poco mas— ¡vamos hazlo! —sus ojos chocaron contra los ande su hija— Solo demostratas que eres igual a mi —.

— ¡No nos parecemos en nada! —.

— ¿¡No?! —una risa salió de sus labios— ¿entonces por qué le disparaste al doctor,eh?¿Por qué cuando me viste en la base me quisiste matar? Piénsalo Samantha —empezo a caminar alrededor de ella— eres producto de dos personas que no están bien, tu padre....un monstruo sin sentimientos que fue entrenado para matar....al igual que yo....con la única diferencia que lo de el es "legal" —.

— ¡Mi padre no es un monstruo! —recargo el arma dispuesta a disparar—El es un hombre que sacrifico muchas cosas por el bien de esta nación, mancho sus manos para que otros no lo hagan —.

— Y aun así no pudo proteger a su hija,¿No lo crees Lewis? —.

La menor rápidamente miro hacia atrás de ella, ahí estaba Lewis....su amor....apuntándole con un arma.

Una pequeña no tan pequeña Donde viven las historias. Descúbrelo ahora