Una pequeña no tan pequeña

11

Me sentía mareada, débil y sucia. No se cuánto tiempo llevo en este estado, ni siquiera se dónde estoy

— Esto ya es cliché —hable para mis adentros, fui secuestrada de nuevo, ya es algo aburrido cuando te secuestran más de dos veces en tu vida— ¿Serán las consecuencias de ser su familia? —hable al aire sin recibir respuesta—.

Os pongo en contexto, después de la drogada que me dieron perdí el conocimiento por no se cuanto tiempo y termine aquí. Un cuarto frío, pequeño, lleno de arañas y lo que parece ser moho....aún que hay veces que se mueve.

En fin, al no tener ventanas no se cuánto tiempo e estado aquí, tampoco se si mi papá me está buscando o tal vez mi madre, o incluso la base.

Es muy egoísta pensar que dejarían su trabajo por mi, tal vez no vengan a buscarme en persona estoy segura que van a mandar a alguien.

— Si tan solo hubiera aceptado las clases de manipulación de cerraduras del Sargento Norwets no estaría en este problema —me puse de pie del frío piso y se acerque a la puerta, una puerta de metal oxidada con una sola cerradura y una ventanilla— si la pateo me voy a lastimar —.

Empecé a buscar otra forma de salir lo cual era casi imposible por qué no había nada! ¡Solamente una cama de piedra!.

(...)

Estaba preocupado, Samantha llevaba días sin hablarme, y para el colmo Adriana no contesta mis llamadas. Así que decidí ir a la casa.

Al girar en la calle donde viven las dos mi vista se topo con que estaba bloqueada, había patrullas y policías obstruyendo el paso.

— ¡Señor por favor retroceda! —me grito uno de los oficiales, he hubiera ido si ni fuera por qué los vi entrar y salí de la casa de Adriana— ¡Señor! —.

Ignore el grito del policía, baje de mi auto y corrí rumbo a la casa, los oficiales me intentaron detener pero no fueron suficientes para que yo llegara a mi objetivo.

— ¿Que mierda?....—.

(...)

Las cosas se salieron de control, Simon había golpeado a un policía e insultados a todos en ese lugar, nadie le decía que había pasado y dónde estaba su hija.

— Casi matas a un policía —Price, que había llegado en rescate de los policías estaba regalando al teniente—.

— ¡¡No quieren decirme dónde está mi hija!! —grito enojado— Hace más de 3 días no se nada de mi hija, ahora, voy a su casa y mi dicen que no hay nadie y solo encontraron sangre —se llevo las manos a la máscara com frustración— ¡Y para colmo, la vieja esa loca no contesta las llamadas! —grito aún más enojado refiriéndose a Adriana—.

— Simón cálmate —Soap intentaba calmar a su mejor amigo—.

— ¡No me pidas que me calme! —lo apunto con su dedo— Es la tercera vez que Samantha desaparece.....no me digas que esté tranquilo por qué no lo haré —.

— Simon —.

— ¡Simón nada! —se quedó en silencio unos minutos asta que golpeó el escritorio con fuerza— ¡Quiero a MI HIJA devuelta!

(...)

Seguía buscando una forma de escapar, eran pocas las posibilidades por los recursos que tenía pero no me iba a rendir, tarde o temprano tendrá que venir alguien y abrir esa puerta.

Desgraciadamente fue tarde.

Habían pasado horas desde que sabía que estaba ahí, no me quedo otra más que acostarme en la cama de piedra y hacerme bolita.

— Bien me decia el tio Rudy que no le abriera la puerta a extraños —cerro los ojos para dormir y después despertar, esperando que esto fuera una pesadilla—.

(...)

— Simón, alto —.

— No —.

— Amigo por favor, vas a terminar haciendo un oyo en el suelo de tanto que das vueltas —.

— No me importa —los presentes solo suspiraron, la terquedad de aquel hombre era descomunal—.

— Así nunca vas a encontrar a Sami—escupió Gaz—.

— ¡YA LO SE! —se detuvo finalmente viendo a su equipo, sus ojos mostraban desesperación y miedo, miedo al pensar lo que podría estar pasando su pequeña— es eso lo que....mierda —se dejo caer en una silla mientras se llevaba la cabeza a las manos—.

— Ghost cálmate —Price tomo de los hombros al teniente haciendo que lo mira a los ojos— si no te conociera diría que eres un novato que no sabe lo que hace —el fantasma desbio su mirada al suelo—.

— Estoy desesperado por encontrarla —.

— Todos estamos igual, tu miedo es el de un padre, pero el de nosotros es el de una familia —lo soltó y se alejo de el— así que tranquilizante y piensa con la cabeza fría soldado —.

Simon dio un fuerte respiró antes de ponerse de pie listo para repartir putazos.

— Bien —miro alrededor—recolectando información, el último lugar donde estuvo Samantha fue en la casa de Adriana —.

— Adriana fue la última que vio a Samantha —.

— No, Adriana no estaba en la casa, había salido temprano según las cámaras de seguridad —.

— Esperen —interrumpió Soap— Si hay cámaras de seguridad,¿Por qué ni han identificado quien se llevó a Sami, o en qué auto? —.

— ¿Crees que no lo buscaron los policías? —Estaba vez fue Laswell entrando a la oficina— La policía reviso cámara por camara, desde 5 calles a la redondonda, pero resulta que no hay nada —.

— ¿Nada? —.

— Al parecer, las grabaciones en ese lapso de tiempo fueron borradas, lo cual nos deja con menos pistas del paradero de Samantha—.

— Entonces solo nos queda saber quién fue la última persona que vio a Samantha —La mujer volteo a ver al fantasma— Mencionaste que Adriana no fue, ¿entonces quien? —.

El teniente se quedó en silencio unos segundos pensando en quien podria ser hasta que su mirada cambio a una de ira— Lewis.... —saliendo de la oficina casi derribando la puerta, el hombre se dispuso a buscar a aquel sargento que tanto odiaba—.

(...)

El sonido de unos zapatos cochar contra el suelo rezonaban por aquel pasillo en completa oscuridad, si no fuera por qué estaba vacío aquella silueta ya se hubiera caído al tropezarce con algo.

Aquella silueta algo alta se detuvo frente a la puerta al final del pasillo, abriendo la pequeña rendija viendo al "paquete" dentro de la celda.

— Oh pequeña Sami —hablo la persona— solo ten paciencia, muy pronto vas a cumplir tu destino —cerro la ventanilla, dando media  vuelta sobre su eje y se fue por dónde vino— la razón por la cual te deje nacer —.