- "¿Por qué todo se aleja cada vez más?, ¿Por qué estoy parado aquí solo?, ¿Por qué solo mi mundo se detiene? Los veo desaparecer, cada vez más lejos. No importa si es solo una persona, por favor, mira hacia atrás"
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-Aviso: capítulo largo, contiene más de 12 mil palabras, tomate tu tiempo para leerlo o también esta la opcion de usar los separadores para dar pausas si lo necesitan.
Cinco años atrás
Ser el nuevo puede llegar a ser algo incómodo pero no dejaba de ser algo que Dongmin podía sobrellevar, lo había vivido en el pasado y pudo manejarse de alguna manera, pero ahora no solo era un nuevo país, ciudad e idioma, también debía sumarle el hecho de que lucia físicamente diferente a sus compañeros. No sabía si era algo en su mente o en realidad algunas personas se quedaban mirándolo más tiempo del necesario, "¡Si, soy coreano!" les había gritado interiormente innumerable veces y en la realidad de su día a día solo se limitaba a ignorarlos por completo. No le interesaba ninguno de ellos de todos modos.
¿Realmente pensaban que no lo notaba? ¿Por qué tenían que hacerlo sentir tan incómodo?
Durante su primer mes en Londres todo lo que pasaba por su cabeza era que quería volver a casa, era durisimo estar tan lejos sin la protección y la guía de sus padres. Luego recordaba que en realidad no tenía casa a la que volver y que esos padres a los que tanto extrañaba ya no existían es más, los calidos abrazos que solían darle cuando pasaba por un mal momento ya no se repetirían porque en su mente sus ellos habían muerto junto con el Dongmin que era y amaba ser su hijo. Una gran parte suya estaba muerta, vacía y le tocaba trabajar durisimo para reconstruir su vida, no quería que volvieran los pensamientos que años atrás lo hicieron desear morir al punto de rasgar el mismo sus venas, entonces, cuando la realidad se volvía mucho más cruda de lo que podía soportar se refugiaba en los calidos abrazos de Myungjun.
Ambos estaban adaptándose a un entorno completamente nuevo y, si bien el rubio tampoco era el mejor socializando le ponia tantas ganas que parecía irle mejor aunque la verdad era que se sentía mucho más seguro en el extranjero que en su propio país. Mientras Dongmin prefería la soledad, estaba tan herido que ni siquiera consideraba la idea de dejar entrar a nadie más a su vida.
Iba a clases solo, se sentaba solo, hacía los trabajos solo, cuando Myungjun no podía unirse a él para comer también almorzaba solo. Así lo prefería, la única compañía que toleraba era la de su único amigo.
Pero siempre hay una primera vez para todo ¿no? Y Dongmin claramente no sería una excepción. Iba cursando su tercer mes cuando según y como lo veía "la desgracia cayó sobre él". Sabía que en algún momento pasaría pero confiaba en que podría manejar la situación y hacerla favorecedora para él, eso no sucedió. Un profesor ordenó formar grupos de tres personas, no tuvo permiso de realizar el trabajo solo porque según el hombre que dictaba la clase "Seria demasiado para hacerlo todo solo", así que simplemente aceptó que lo metieran en el primer hueco que hubiera libre. No es tampoco como si tuviera alguna preferencia sobre alguien en su clase, la verdad era que no conocía a ninguno de sus compañeros y no les hablaría tampoco si no fuera porque estaban prácticamente obligándolo. Dongmin estaba enojado por eso, o eso pensaba mientras se movía para tomar asiento junto a quienes serían sus compañeros de grupo. Estaba molesto pero aún así no fue mal educado, por el contrario organizó todo para que pudieran terminar lo más pronto posible.
En realidad el castaño solo estaba enojado con sigo mismo por ser tan suceptible y permitir que todo lo siguiera afectando cuando ya había pasado suficiente tiempo según él, enojado con sus padres por convertirse en extraños y hacer de su vida un infierno, enojado con la vida misma. No dejaba entrar a nadie, solo Myungjun lo había logrado y para eso tuvo que insistir demasiado y mostrar real interés cosa que nadie hacía, no cuando lo único que tenía para los demás era una cara larga y respuestas cortantes.
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It's always been you
FanfictionSi hay alguien que tiene claro que de un corazón roto nadie muere ese es Dongmin, pero también sabe que aunque el dolor que causa no te mata, se queda, hace casa en tu cuerpo sumiéndote en una agonía diaria, hasta que eventualmente aprendes a vivir...