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- "Vamos a volar esta noche para permanecer juntos por el resto de la eternidad" - Moonbin U&Iverse





Ese era el lunes más fresco desde que llegaron, los calurosos días de la anterior semana y la posterior baja de temperatura durante el fin de semana trajeron como resultado una de las cosas favoritas de Dongmin: los días lluviosos durante el verano. Adoraba la sensación del viento sobre su piel cuando atravesaba su holgada ropa, incluso aunque estaba llegando un poco retrasado por haber pospuesto la alarma dos veces no tenía prisa. Quería disfrutar lo más posible antes de que las elevadas temperaturas regresaran.

En realidad eso de retrasarse, de posponer o apagar alarmas nunca le sucedía, bueno casi nunca porque ese día estaba descubriendo que siempre hay una primera vez para todo. En realidad Dongmin solo tenía un truco, para despertar siempre temprano hay que dormir lo necesario y justamente la noche anterior se había quedado más tiempo del debido en una llamada a larga distancia, ese era el resultado.

Sus labios se unieron en una fina línea al pensar el modo en el que Myungjun lo despertó y ni siquiera se había molestado en esperarlo, es que bueno, el rubio no puede soportar la impuntualidad.

Al ingresar al ascensor sopló levemente su café para posteriormente darle un sorbo y terminar por retirar sus antejos que se habían empañado por el vapor de la bebida caliente. Ya casi llegaba, solo se había retrasado 20 minutos y se dijo a si mismo que no haría un gran escandalo de eso pero no permitiría que volviera a ocurrir. Solo llevaba un mes allí además de que debía dar un buen ejemplo.

- Aún llevas pegada la almohada en la cara -  se burló Myungjun cuando lo vio pasar a pasos apresurados.

No respondió, se limitó a devolverle una tensa sonrisa y seguir su camino. 

Podría jurar que desde el área legal sintió un par de ojos que lo observaron por más tiempo de lo normal pero no pudo prestarle atención, no cuando a penas lo vio Yoon Sanha se le había acercado con un montón de carpetas y una sonrisa de autosuficiencia. Alguien estaba listo para continuar justo en donde lo habían dejado todo el viernes, le devolvió una cálida sonrisa y luego de saludar a sus subordinados le hizo una señal al peli naranja para que lo siguiera hasta su oficina. Le agradaba ese chico, si seguía así terminaría convirtiéndolo en su mano derecha.

Pasó la mañana de reunión en reunión, la que más lo agotó fue la que tuvo con el personal encargado de recursos humanos. Había repetido al menos tres veces su discurso de por qué invertir en capacitaciones para los empleados no generaría perdidas si no que por el contrario, traería ganancias a futuro. Al parecer todavía había quienes estaban reacios a aceptar que su rol allí consistía en tomar decisiones, en plantear estrategias, todo con el fin de garantizar el logro de objetivos y metas de la empresa.

Durante las negociaciones una vez más Sanha lo había sorprendido, había estudiado todo a la perfección y entre los dos no dejaron nada al azar, cada que querían ponerle un pero a las propuestas él hacía lo suyo y el peli naranja despejaba cualquier duda con gráficos, balances y demás cosas que comprobaban que si bien se requería de inversión inicial, a largo plazo con el plan de Dongmin la empresa comenzaría a ganar el doble.

Para ser sinceros en realidad no necesitaba explícitamente que todos estuvieran de acuerdo para proceder, lo habían contratado justamente para tomar esas decisiones pero él prefería hacerlo de ese modo. No quería ganarse enemigos, por el contrario, su estrategia consistía en lograr que con el paso del tiempo confiaran en él. Era algo que necesitaría si quería a todos trabajado con él en vez de para él. 

It's always been youDonde viven las historias. Descúbrelo ahora