"Pasamos de decir te amo a no poder decirnos "hola cómo estas". Tu y yo, pasamos de ser todo a nada, de comernos con la mirada y ahora estamos frente a frente y ni siquiera puedes mirarme a la cara" - Camilo y Pablo Alborán - El mismo aire
El resto de la semana fue un proceso de adaptación para Myungjun y Dongmin, presentarse, conocer gente e intentar agradar a muchos de los clientes con los que tendrían que lidiar, sobre todo Kim que estaba a cargo del Marketing.
Muy poco se cruzaron Dongmin y Minhyuk porque en ese proceso el asesoramiento legal que necesitó fue casi nulo, además ambos parecían querer evitar un encuentro como el del restaurante, sin embargo, Lee comenzó a trabajar muy de cerca con Yoon Sanha que según había podido notar era buen amigo del Licenciado Park, al igual que alguien que estaba en el área de Marketing. Cada día desde que llegó los vio a los tres almorzando juntos con un trato entre ellos que parecía ser cercano en su opinión, se alegraba al comprobar que contaba con personas que podrían hacer los días no tan buenos un poco más llevaderos, en especial porque él nunca había sido de los que se rodeaba de muchas personas.
Fue inevitable el hecho de que Minhyuk también se detuviera a observarlo en varias ocasiones, aunque no estaba dispuesto a admitirlo fueron varias las veces en las que se sintió embargado por las ganas de correr hacia quien fue su primer amor, pero nunca lo hacía, cada vez que esa idea pasaba por su cabeza él simplemente arrastraba su cuerpo en dirección contraria. Se había vuelto cosa de cada noche verlo quedarse en su oficina hasta que casi todas las luces fueran apagadas, entonces Myungjun lo sacaba a rastras y ambos se iban juntos. Parecían una pareja ante sus ojos y aunque había levantado un gran muro que le permitía mostrar desinterés, recurrentemente se encontró frunciendo el ceño o haciendo malas caras, en realidad ante quienes llevaban un tiempo conociéndolo era bastante obvio.
- Hyuk - lo interrumpe Sanha entrando a su oficina al ver que se encontraba solo para sentarse frente a él.
- ¿Pasó algo? - lo cuestiona extrañado porque las visitas del menor no eran habituales.
- El señor Lee necesita el historial legal y los acuerdos a los que se llegaron con los hermanos Choi...
- Sabes que por protocolo no puedo entregarte esas cosas, debe ser el mismo jefe de área el que las solicite, debiste habérselo informado...
- Si, él lo sabe - replica dejando una carpeta con unos papeles firmados sobre el escritorio -. El señor Lee me firmó este permiso para que pueda hacerlo en su nombre, esta ocupado en este momento y los necesita para cuando su reunión haya finalizado.- Claro - se limita a responder frunciendo el ceño al tomar los papeles para evaluar que estén en orden.
Casi sin darse cuenta en el camino sus ojos se quedaron observando fijamente la firma al final del documento, ya no era aquella que practicaba un Dongmin con quince años, ya no era su nombre escrito en una tímida línea, por el contrario, la que se encontraba plasmada en aquel papel que sostenía entre sus dedos era un gran garabato con una personalidad indiscutible.- ¿Sucede algo? - lo cuestiona el peli naranja que lo conocía bien y podía notar que sus pensamientos lo arrastraban lejos.
- Nada - responde girándose en su silla para buscar y firmar una autorización que le concediera el permiso para acceder al archivo.
Se regañó a si mismo diciéndose que tenía que dejar de ser tan obvio antes de devolverle la carpeta a Sanha con una pequeña sonrisa que, aunque era bonita no le llegaba a los ojos.
- ¿Lee esta reunido con los hermanos Choi ahora? - cuestiona cuando el contrario ya iba de salida - Si necesita asesoramiento sobre algo puntual...
- No, esta con el señor Kim - lo interrumpe desconcertado por su repentina amabilidad - ¿Vendrás esta noche?
- ¿A dónde?
- La cena de bienvenida para los nuevos jefes de área
- Claro, iré un rato
- Bien - responde con una cálida y amplia sonrisa antes de voltearse dejándolo solo nuevamente tras cerrar la puerta.
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It's always been you
FanficSi hay alguien que tiene claro que de un corazón roto nadie muere ese es Dongmin, pero también sabe que aunque el dolor que causa no te mata, se queda, hace casa en tu cuerpo sumiéndote en una agonía diaria, hasta que eventualmente aprendes a vivir...