F.XV

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    E l día comenzó con un clima bastante helado, era pleno otoño así que para los hermanos Sakamaki tenía sentido

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    E l día comenzó con un clima bastante helado, era pleno otoño así que para los hermanos Sakamaki tenía sentido. De todas maneras, no es como si a ellos le afectará tal situación.

El hermano mayor había ingresado al comedor, donde, ya los demás estaban listos para comenzar a desayunar. Sin embargo, Shuu siguió de largo hacia la cocina.

¿Donde esta el desayuno de Hattie? Preguntó hacia la mujer anciana que continuaba lavando los trastes que había utilizado.

Aquí esta señor La mujer le entrego la bandeja al adolescente, quien la tomó en sus manos para simplemente dirigirse a la habitación de la muchacha.

El caminar del mayor era paciente y despreocupado, al pasar por donde estaban los demás hermanos estos comenzaron a soltar comentarios acerca de aquella acción, riéndose de él.

¿Hasta cuando durará esto? Ya paso una semana Shuu La voz dura de Reiji hizo que los demás hicieran silencio, y el mayor se detuviera en medio de la puerta Es una falta de respeto seguir evitando cruzarse en nuestro camino como si fuéramos una peste.

El comedor permaneció estático por unos segundos, hasta que Ayato terminó de masticar el takoyaki, y agregó unas palabras más al discurso de Reiji.

¡Si! Aun no me he olvidado de lo que dijo, ¡Cómo si esos Mukami fueran mejor que nosotros! Chillo como niño pequeño para luego agarrar otro takoyaki y darle un mordisco con una expresión de fastidio.

Hubiera sido mejor traer a Bitch-chan con ella si se podía jugar Laito solto un suspiro melancólico.

Luego del colapso que tuvo Hattie en la enfermería, las cosas para los hermanos Sakamaki se convirtieron abrumadoras. La sed de sangre fresca parecía volverse un sentimiento incontrolable algunas veces, para vampiros experimentados como ellos, aquello era extraño. Pero no fue imposible.

A excepción del mayor y el menor de los hermanos, ninguno se acercaba a la adolescente, no les era interesante si no podía compartir algunos microlitros de sangre para ellos. Más que pesar, Hattie estaba satisfecha con la indiferencia de ellos.

Shuu por su parte, seguía intentando mejorar las cosas para la adolescente, y eso solo lo llevo a nuevos problemas con los demás, en especial Reiji y Ayato, a quien de nuevo los ignoró.

Abrió la puerta de la alcoba de la adolescente, sin tocar antes. Le parecía innecesario gastar tiempo en esa absurda formalidad además ya tenía la confianza para hacerlo luego de que fue compasivo con ella.

Hattie soltó un chillido al escuchar la puerta, reacciono de inmediato al sujetar una toalla para envolverlo en su cuerpo recién salido de una ducha. Al parecer, a Shuu ni siquiera le importo dado que igualmente ingreso. Él dejo la bandeja encima de la mesa de noche, y al mirar la expresión de la adolescente levantó una ceja.

¿Ocurre algo? Inquirió para sorpresa de Hattie.

Shuu no tengo ropa puesta Susurró con total sonrojo, a lo que el adolescente sonrío.

   E l jardín era usual para que Shuu pudiera descansar del caos de la casa, con el sol disparando los rayos hacia todas partes como un típico día de otoño.

El mayor de los hermanos estaba acostado en el banco de madera, una pierna arriba y la otra apoyada en el piso. Al igual, que el brazo izquierdo que cubría sus ojos.

La melodía clásica aleatoria del mp3 sonaba en sus auriculares. El momento de paz que siempre anhelaba, y que muchas veces los bullicios hermanos al igual que las novias de sacrifio solían perturbar.

Como lo hizo Subaru en esta ocasión, el adolescente se coloco enfrente del mayor para tapar el sol que al parecer disfrutaba. Sin embargo, por más que a Shu le molestará, prefería permanecer callado para ver si eso ayudaba a que se fuera de una vez.

¡Deja de ignorarme! El albino tiro del cable del Mp3 para por fin, tener la atención del sujeto Esa persona te ha enviado otra carta.

El rubio levantó la mano para arrebatar la carta del menor. Otra vez una carta de aquel hombre, y no había nada peor que detestaba.

¿No vas a llamar a nuestros hermanos? Usualmente, cuando una carta llegaba se trataba de noticias para todos. Sin embargo, las últimas dos que Shu recibió sólo parecía que fueran para él.

No La seca y concisa respuesta del mayor hicieron que Subaru soltara un chasquido de fastidio.

Reiji ya lo abrió, sabemos que nuestro padre te pidió que cuidarás a Hattie Confesó.

No entiendo porqué buscan problemas Siguió recostado Ahora saben porqué deben dejar a la chica en paz.

¿Por qué no dices que son órdenes de nuestro padre?

Sería peor.

Subaru no dijo nada más, tenía razón. En especial Reiji, no le agradaba que Karlheinz optará por contactar a Shu antes que a él por situaciones como esas.

Al parecer, Karlheinz pretendía que el hijo primogénito se ocupará de las cosas, aún si este prefería dejar que su hermano se encargara de todo. Podía decir que, por la mirada de furia en Reiji, no iba a dejar que Shu cumpliera pacíficamente esa tarea.

Quería demostrar que, Shu no era más que un vago, alguien que no se esforzaba ni siquiera por lo más mínimo, él no podía ser la cabeza de los hermanos ¿Que más daba haber nacido segundo? Podía ser mejor que Shu, no pudo demostrárselo a su madre, pero siempre pudo ser diferente con Karlheinz.

Pɪɴɢ Pᴏɴɢ 𖦹 Shu SakamakiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora