-Esta es tu habitación, la 154.
-Vale, ¿Tengo que compartir habitación?- Pregunté con la esperanza de la respuesta fuera negativa.
-No, bueno si. La habitación se comparte con el cuidador.
-Es decir, en este caso contigo.
-Si. Deberíamos bajar a por los horarios de tus clases.
-Vale.
Estábamos en dirección, me estaban explicando las normas, que pasará si no las cumplo y demás tonterías.
-Muy bien Jade, creo que eso es todo, aquí están tus horarios. Si tienes cualquier duda podrás preguntársela a Gabi, intenta no darle muchos dolores de cabeza, está de práctica.-Cogí los horarios, me despedí y me fui, Gabi me siguió.
-¿Vas a estar todo el día detrás de mi?
-Ese es mi trabajo.
-Bien, hagamos esto. Tú dices que yo me porto bien y no me sigues, a cambio yo diré que tú eres muy buen cuidador y terminarás las prácticas sin hacer nada.
-Jade, te voy a decir una cosa, ese es mi trabajo y te guste o no voy a estar todo el día detrás de ti. Eres mi responsabilidad.
-Maravilloso.- Digo irónicamente y con una sonrisa falsa.
-Bueno dime, ¿Por qué estás aquí?
-¿En el reformatorio?
-No es un reformatorio, es un lugar al que vienen adolescentes con problemas y un cuidador se encarga de ellos. Pero puedes hacer amigos, puedes salir.
-Pero no soy libre.
-Eres libre, solo que bajo la supervisión de un cuidador. Y ahora dime ¿Por qué estás aquí?
-Mis padres se van de viaje y no confían en mí como para dejarme sola durante esos meses.- Digo encogiéndome de hombros.
-Tienes 17 ¿No?
-Si, en unos meses cumpliré los 18. ¿Tú?
-21. Fuiste un poco cruel con tus padres, quiero decir, al despedirte de ellos.
-Ni lo notaron, creo que son de piedra, no tienen sentimientos.
-¿Acaso tu si los tienes?
-Es mejor que piensen que no tienes corazón, así no intentarán romperlo.
-Así que por eso eres así.
-En parte si.
-Pero para que la gente se comporte así, normalmente siempre suele haber una historia, un pasado escondido ¿Cuál es el tuyo?
-Eso es algo que nadie sabe.
-¿Y podría alguien llegar a saberlo?
-Es algo que solo mi conciencia y yo sabemos.
-¿Y nunca pensarás decirlo?
-No creo, solo una persona llega a meterse de verdad en mi corazón.
-No dejarás que nadie lo haga.
-Acertaste.
-¿Por qué?
-Una vez dejé meter a una y me lo rompió.
-No toda la gente es así.
-La gente no tiene corazón.
-¿Por qué odias tanto?
-Porque un vez amé demasiado.
-¿Subimos a la habitación?, Seguro que ya han traído tus maletas.
-Vale.- Fui un poco idiota, le había contado a Gabi algo que no le había contado a nadie.
Nos paramos en una puerta en la que ponía 154, Jade y Gabriel.
-Una copia de la llave.-Dice Gabi entregándome algo metálico con un llavero de una ranita.- El llavero si no te gusta puedes cambiarlo.
-No, me gusta.
-Bien, esa es mi habitación, esa otra la tuya, y la última puerta el baño.- Era sorprendente, había como un recibidor muy pequeño con unos sillones y una mesa, después había tres puertas, de las cuales dos eran habitaciones y la otra un baño.- Tus maletas deben estar ya en tu habitación.
Me dirigí hacia la puerta en la que Gabi había dicho que era mi habitación. Entré y me quedé asombrada, era muy bonita, una cama grande, un armario de tres puertas correderas, dos mesillas de noche, una a cada lado de la cama, un escritorio con una silla de ruedas, y en una esquina había como un rincón en el que había estanterías con muchísimos libros y unos sillones bajos en los que seguro se estaría genial para leer. Y todo esto estaba perfectamente combinado entre los colores blanco y negro.
-¿Te gusta?- Preguntó Gabi apoyado en el marco de la puerta.
-¿Estás de coña? Me encanta, claramente si la hubiera decorado yo habría puestos algunos pósters y cosas así, pero esta muy bien.- Admití.
-Te dejo para que coloques todo. Mañana tienes que levantarte a las ocho y media para estar en clase a las nueve.
-Vale papá.- Dije riéndome y cerrando la puerta.
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Jade
Romance-Es mejor que piensen que no tienes corazón, así no intentarán romperlo. -Así que por eso eres así. -En parte si. -Pero para que la gente se comporte así, normalmente siempre suele haber una historia, un pasado escondido ¿Cuál es el tuyo? -Eso es a...