COMPAÑERAS DE CLASE

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-Jade, despierta, ya es tarde.- Que manera más perfecta de despertar, con los gritos de mi cuidador, ojalá que fueran así todas las mañanas, nótese la ironía.

-¿Qué hora es?- Pregunté bostezando.

-Las ocho y media, y tienes que estar en clase a las nueve.

Sin ganas algunas me levanté con mi pijama, si así se denominaba a unos shorts negros y a una camiseta rosa fucsia vieja con la que duermes. Fui al armario y opté por ponerme unos jeans azules oscuros, una camiseta corta amarillo neón que decía "BAD", mi chaqueta de cuero y las vans negras. Cuando terminé de coger mi ropa me encerré en el baño, me duché, me cepillé los dientes, me vestí y salí.

-Apúrate que llegas tarde.

-Vale, ya voy, voy coger el móvil y la mochila.

Fui a mi habitación, cogí mi móvil con la carcasa de una clavera con tachuelas, y mi mochila que era negra de cuero también con tachuelas.

Cerré la puerta y Gabi estaba en la entrada con una sonrisilla.

-¿Te acompaño a clase?

-Tranquilo, que no me pierdo.

-Aún así te acompañare.- Rodé los ojos y empecé a caminar.

-Es aquí.

-Vale, recuerda, pórtate bien y haz amigos

-Disfrutas con esto, ¿Verdad?

-La verdad, sí, lo disfruto.

Le dediqué una sonrisa falsa y entré en la clase. Me senté en uno de los lugares que libres que había al final de la clase. Delante de mí había unas chicas, en mi opinión bastante pijas, que hablaban sobre algo, sentí curiosidad y escuché un poco de la conversación.

-Tengo ganas de ver al nuevo cuidador.- Decía una rubia plástica.

-Yo tengo ganas de que tenga ganas de mí.- Decía otra, las demás se limitaron a reír falsamente.

-¿Sabéis como se llama?

-Sí, se llama Gabi.- Dijo una morena que era la primera vez que hablaba.

-Y dicen que está muy bueno.

-Que ganas tengo de conocerlo.

-Yo de tenerlo en mi cama.- Volvió a decir la misma chica que antes había dicho que tenía ganas de que tuviera ganas de ella.

-Esperemos que la chica que le toque no sea muy difícil.- No saben ellas con quien se están metiendo, han elegido la chica equivocada.

-No pasa nada, si se interpone se arrepentirá.- Dijo la morena. La que te arrepentirás serás tú.

-Mira quien viene por ahí, las chicas rebeldes.

-Oh, mira quien está por ahí, las prostitutas.

-Te equivocas Érica, ellas no cobran, lo hacen gratis.- Le respondió la otra chica rebelde, una chica pelirroja.

-Es verdad, me olvidaba.- Y con una sonrisa ganadora se acercaron hacia donde yo estaba.

-¿Jade?- Preguntó una chica rebelde, en este caso era la del cabello rubio ceniza.

-Si.

-Nos alegramos de conocerte, vimos el numerito que montaste ayer con tus padres, te felicito, hace falta mucho valor para hacer lo que hiciste.- Habló la rubia.- Queríamos que fueras nuestras amiga, estoy segura de que con las plásticas no encajarías, y nosotras somos como tú, unas chicas rebeldes. Bueno, ¿Qué dices?

-Claro, me parece que nos llevaremos bien.- Hablé, lo agradecía, estoy segura de que con estas chicas me entendería.

-Perfecto, yo soy Daniela, puedes llamarme Dani.- Se presentó la pelirroja.

-Y yo soy Érica , puedes llamarme Eri.- Se presentó la rubia.

-Yo Jade.

-Hola alumnos, abran su libro página 126, hoy daremos...- Y así paso toda la mañana.

A la salida Gabi me estaba esperando y las perras, que era como Eri y Dani las llamaban estaban del otro lado.

-Bueno chicas, yo me tengo que ir, me está esperando mi cuidadora.- Dijo Eri.

-Tu cuidadora es más plasta.- Dijo Dani.

-Pues como todas ¿No?- Objeté.

-No, hay tres tipos de cuidadores, los que te dejan hacer lo que quieres, los que dejan un poco de libertad y los que se pasan el día detrás de ti.- Explicó Eri.

-El mío es un cincuentón que pasa de mí.

-La mía una treintañera que se pasa todo el día pegada a mí.- Dijo Eri con aburrimiento.

-¿Y tu cuidador?- Preguntó Dani con curiosidad.

-Gabi.

-¿El de práctica?- Dijo Eri sorprendida.

-Si.

-Érica, es tarde.- Dijo su cuidadora.

-Ya voy Lucía.- Le dijo a su cuidadora.- Esta tarde en mi habitación a las cinco. Por si no lo sabes la mía es la 203.- Me dijo.

-Claro, le preguntaré a Gabi si pudo ir.

-Perfecto, os veo allí a las cinco. – Y se marchó corriendo hacia Lucía.

-Jade, solo para que sepas, Tiffany es como la abeja reina, y sus discípulas son Natalie y Débora.

-Entonces supongo que la que está hablando con Gabi es Tiffany.

-Así es.

-Esta se entera...

JadeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora