Pero por más señales que yo pudiera ver, no estábamos en un cuento de hadas y por mas que yo lo amara y quisiera un felices por siempre, no significaba que él también lo hiciera.
A pasado exactamente una semana desde que las grabaciones terminaron y también a pasado una semana desde que sentí que me iba a morir por el dolor que me causaron las palabras de Zee, pero no podía evitarlo todo la vida aun teníamos trabajo por hacer y cuando lo terminara podría alejarme de él definitivamente.
Trabajo con el lo más naturalmente que puedo aunque se que se nota la gran diferencia a como lo hacia una semana atrás.
—Nu ¿Pasa algo? —Pregunta Zee y toca mi frente para revisar mi temperatura. —Has estado actuando extraño. —Me mira fijamente y no puedo evitar evadir su mirada.
—No me pasa nada, solo me siento cansado y me quiero ir por favor terminemos rápido. —Pido de una manera grosera y él parece entender que no me siento bien y decide continuar con nuestro trabajo.
Cuando grabamos el ultimo promocional siento que puedo volver a respirar, me despido y trato de irme lo más rápido que puedo para no encontrarme con Zee pero para mi sorpresa cuando voy al estacionamiento en lugar de encontrarme con mi padre me encuentro con Zee mirando con una sonrisa que marca toda su maldita y perfecta cara.
—Ya que estas muy cansado he hablado con tu padre para que puedas descansar en mi casa. —Anuncia y siento un agujero en el estomago.
—Estoy bien tomare un taxi a mi casa. —Digo y trato de dar la vuelta para entrar al edificio.
—Oh no, no lo harás. —Siento como Zee corre tras de mi y me toma de los hombros. —Iras a mi casa y descansaras. —Quiero decir que no e intentar correr nuevamente pero mi cuerpo no responde. —Si te vas tu padre se preocupara y no quieres eso. —Zee me mira sabiéndose victorioso me toma de la mano y me hace seguirlo.
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El departamento de Zee es impresionante, los ventanales tan grandes que nos dejan observar toda la ciudad es algo con lo que quedo maravillado, que casi olvido que estar aquí puedo terminar jodidamente mal.
—Ponte cómodo —Me indica Zee señalando su sala.
Aunque con incomodidad hago lo que me dice, Zee desaparece por unos segundos y luego regresa con algunas botellas de alcohol y se sienta justo frente de mi poniendo mis nervios de punta.
—Ahora que estamos solos. —Zee sirve dos tragos y me entrega uno. —Me vas a decir que es lo que te esta pasando.
—No me pasa nada. — Respondo y tomo un trago de mi bebida evitando verlo.
—Vamos NuNew aunque nos conocemos hace poco puedo saber cuando te pasa algo y bueno en especial puedo saber si te pasa algo conmigo a si que dilo y busquemos una solución. —Pide y esta vez no evado su mirada y tomo la decisión de hablar.
—El ultimo día de grabaciones de escuche hablando con tu amigo Net. —Susurró pero por la corta distancia que hay entre nosotros me escucha perfectamente.
—Oh... —Me mira sorprendido por un rato y luego sus ojos se iluminan y se acerca más a mi. —Sabes no debes de escuchar conversaciones ajenas o podrías confundirte. —Me indica y con su dedo índice toca mi nariz.
—¿Podría? —Cuestiono con una mirada llena de esperanza.
—Si, lo que dije es cierto, ya no quiero trabajar contigo pero no es por que no me agrades si no todo lo contrario, se que a ti también te pasa, simplemente no quiero que confundamos emociones y terminemos mal. —Explica y acaricia mi rostro en un intento de consolarme.
—Esta bien, lo entiendo. —Balbuceo apenado por que mis sentimientos fueran tan evidentes. — Solo tenemos uno o dos trabajos juntos, luego de eso no te volveré a incomodar. —Aclaro tratando de fingir una sonrisa.
—NuNew tu no me incomodas. —Exclamo en un tono claramente de enojo. —Tu me haces sentir cosas que no debería sentir. —Me dice y toma mi rostro con sus dos manos.
En sus ojos puede ver un brillo que me lleno de emoción, sus labios están ligeramente abiertos y con cada segundo que pasa lucho más para no aventarme sobre él, me muerdo el labio para contenerme un poco pero eso solo causa una sonrisa en Zee que se que es lo mejor que he visto en la vida, la tensión lleno la habitación y en cuanto Zee unió nuestros labios una chispa eléctrica lleno el aire, al principio nuestro beso era un simple roce pero luego de un momento los dos nos rendimos por completo, nuestros labios se movían en un ritmo perfectamente sincronizado, dejando que todo nuestro mundo se detuviera.
Sus labios eran algo tan abrigador que ni siquiera podía definir cuanto tiempo había pasado desde que nos comenzamos a besar y como es que a hora mismo ya no teníamos casi nada de ropa. Sus labios comenzaron a recorrer toda mi espalda y yo no podía evitar gemir, cuando su boca llego hasta mi culo, una pisca de lucidez llego a mi.
—Zee espera. —Gimo tratando de alejarlo de mi cuerpo. —Yo nunca... —Intento explicarme, pero solo puedo ver que con mis palabras Zee solo sea emocionado de mas.
—Nu... —Se alejo un poco de mi pero no vi ni una mínima intensión de su parte por querer parar si no todo lo contrario. —Te cuidare bien. —Susurra sin apartar los ojos de mi cuerpo y se termina de quitar la ropa quedando totalmente expuesto ante mi.
Lo admiro y al mirar su tamaño me preocupo un poco, pero luego de que él me vuelve a besar decido ceder y dejar que nuestro deseo nos lleve a donde nos tenga que llevar.
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Estaré tratando de subir un capitulo diario o por lo menos cada dos días. Espero les guste mucho y me apoyen por que tengo muchas ideas para esta historia.
