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Situación: ─── Steve siendo amigo del grupo de Luz en el momento en que conoció y vio la belleza de aquella joven pensó en una situación drástica queriendo casarse con ella sin dudar y retroceder en aquello.
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La escuela de magia Hexside en donde todos podían dar lo mejor de su magia sin duda, “___” una bruja adolescente que estudiaba magia de los bardos y curación teniendo un gran cambio en su grupo social gracias a la aparición de aquella humana en las islas hirvientes Luz Noceda haciendo que aquella joven bruja obsesionada con el status social diera una nueva versión de si misma, demostrando que en el fondo no era una mala persona si no estaba siendo presionada por si misma al pensar que las equivocaciones la hacian más débil.
Hubo demasiados cambios en ella, tanto físicos como emocionales, ya no era aquella bully que intentaba hacer menos a los brujos que tenían una dificultad con su magia, así como lo fue Willow en su momento pasado. Su cabello más largo que de costumbre, teñido un poco dejando notar su color natural del mismo, un toque rebelde pero tan único como lo era ella. Sus hermosos ojos celestes dando un toque del océano profundo del cual si los miras con atención caeras en la profundidad que este te puede brindar, sin duda una chica perfecta para cualquier partido, aunque su apariencia fuera tan atractiva ella no se encontraba interesada en una relación amorosa con nadie en esos momentos.
La belleza no era lo único que importaba para ella, era más la apariencia física no formaba parte de sus detalles que observaba con atención en un pretendiente. Estaba dispuesta a concentrarse en ella antes que en cualquier otra persona. Su manera de vestir siempre tan distintiva, no usaba un escote tan pronunciado, lo suficientemente decente para sentirse cómoda consigo misma, faldas de cuero mayormente era lo que formaba su guarda ropa sin duda.
Steve, siendo un rebelde sin causa, en contra de muchas de las cosas que el emperador Belos disponía en aquel lugar lleno de criaturas mágicas tan sorprendentes como lo eran brujos que practicaban desde magia de curación hasta la magia salvaje, aquella magia que estaba prohibida debido a su "peligrosa" esencia, una simple mentira dicha por un tirano que quería acabar con aquello tan asombroso de las islas en realidad.
Conociendo a la perfección las pequeñas aventuras de la humana en una ocasión decidio formar parte de aquellas salidas rutinarias que solían hacer siendo adolescentes que deseaban experimentar tantas cosas sin dudar de si mismos o incluso de pensar en las consecuencias de estas. No pudo evitar sentir como su corazón latía con una gran desesperación al ver aquella joven tan bella, quedando hechizado por la bruja joven comenzó aquellas propuestas que serían un tanto incómodas para ___.
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Cómo era costumbre, aquellas salidas para poder recorrer los rincones de las islas, Luz y su grupo de amigos se reunían en la entrada de Huesosburgo, cada uno luciendo un toque diferente al que mostraban en Hexside. Amity fue recibida con un cálido beso en la mejilla por parte de la peli-negra, ___ era amiga cercana de la menor de los Blight sabiendo todos los secretos de la otra. Una sonrisa suave y calmada se formó en los labios de la peli-marrón al ver cómo la pareja de jóvenes se sonrojaba por una simple acción.
—“Mi princesa~ me da gusto poder verte de nuevo”. —De una manera cálida y un con un sutil coqueteo en la misma los brazos de Steve rodearon la delgada cintura de ella.
—“Te agradecería que retires tus manos de mi cuerpo si no quieres un golpe de mi parte de nuevo”.
Hostilidad era lo único que se podría describir en el momento en que Steve hacia presencia en las reuniones del grupo de adolescentes, era incómodo que alguien mayor que tu por algunos años decidiera coquetear sin parar por la única razón de querer "cortejarte" para que surja un amor entre ambos, eso era una gran estupidez sin duda.
—“Oh vamos ___, linda eres la joven más hermosa de este lugar y me es inevitable no querer demostrar que mi princesa tendrá la oportunidad de ser mi esposa”.
—“No y mil veces no, Steve no me casare contigo así que deja de insistir con ese tema”.
“Aunque lo niegues se que serás mi esposa y nadie podrá impedir que te tenga para mi”.
No era una obsesión ni nada similar a eso, estaba tan encantado con ella que la única cosa que lo hacia entrar en razón eran sus palabras, pareciendo un pequeño perro teniendo y siguiendo las órdenes de su dueña y no habría forma de que cambiará de opinión sobre ese tema.
Siendo el día un tanto incómodo por parte de la peli-marrón dando un suspiro largo se sentó cerca de un árbol de aquel lugar, estaba algo cansada por rechazar miles de veces a Steve, seguía con aquella idea y le resultaba molesto en realidad, demasiado hasta el punto de querer evitar cruzar miradas con el contrario. Aquella expresión fue notada por Steve y dejando por un tiempo su coqueteo directo se acercó para tomar con suavidad el mentón de ella y así hablar.
—“¿Estas bien cariño? Te vez cansada, más de lo habitual he de decir”.
—“Estoy bien... Solo quiero estar sola Steve, por favor”.
—“No puedo hacer eso, te vez cansada y no voy a permitir que la chica que adoro este con esa cara larga, así que te propongo algo cuando lleguemos de nuevo a Huesosburgo te compraré un helado”.
—“Eso suena grandioso... Gracias por intentar animarme”.
Era la primera vez que Steve en realidad se preocupaba por lo que sentía, no era como si nunca lo hubiera hecho solo que estaba más concentrado en sus propios pensamientos sobre poder casarse con ella que en ponerse a pensar en lo que estuviera sintiendo ella respecto a aquel coqueteo. Tal vez no era tan idiota como parecía ser, incluso tal vez la interacción entre ambos sería tan agradable.
Tiempo después, ahí se encontraban ambos en una pequeña e inusual cita de amigos, la idea de casarse con ella aún permanecía en la mente de Steve pero no quería apresurar las cosas, al menos ya no. Dando su espacio a la pequeña ___ hizo que poco a poco la intención entre ambos fuera más constante y no incómoda como fue en un inicio, solo era cuestión de tiempo para poder cumplir aquel sueño, pronto ___ sería su esposa a la cual amaría sin dudar cada día de su existencia.
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