Capítulo 7

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Martin tampoco tuvo que poner demasiado esfuerzo de su parte. Desayunaron juntos, uno al lado del otro, comentando el episodio de "La Mesías" que habían visto ayer; en el autobús, a pesar de ir cada uno con una pareja, se pasaron todo el viaje hablando, el jotero enseñándole fotos que había hecho del resto mientras jugaban a "Prueba o verdad", y el vasco demasiado concentrado en su sonrisa como para pensar otra cosa.

Una vez llegaron a plató y alucinaron con todo lo que había dentro, les hicieron cruzar por parejas la pasarela de la mano. Martin buscó inmediatamente a Juanjo con la mirada, el cual le sonrió desde la distancia. Les señaló a ambos con los dedos, y Juanjo asintió sonriente. Martin se acercó a donde él estaba, acercando sus manos haciendo que se rozaran. Juanjo movía la suya con nerviosismo, pero sin alejarse del contacto. El cuerpo de Martin vibraba, sonriendo tanto que no cabía en sí mismo. Martin se planteó darle la mano antes de tiempo, pero Juanjo le adelantó uniendo sus dedos, y apretando la zona del contacto. Martin comenzó a acariciar el dorso de su mano con cuidado, y pudo ver como Juanjo cerraba los ojos ante el contacto. Inmediatamente salieron y cruzaron la pasarela. La emoción era palpable, todos bailaban entre sí, incluso notó una especie de abrazo extraño por parte de Juanjo que daba vueltas totalmente en su salsa. Martin no sabía qué estaba pasando, pero definitivamente, no quería que parase.


Juanjo tenía que controlarse. Lo sabía, pero no podía. Martin hacía que algo caliente le llegara a la tripa, y no quería que eso parase. Ahora mismo, estaban los dos en la habitación de Juanjo, después de un largo día de ensayos, estaban riéndose de ni siquiera sabía el qué, y mariposas flotaban por el estómago de Juanjo de una forma tan delicada que le hacía reír más de lo normal. Dios, esto iba a tener que empezar a controlarlo. Al entrar a OT... Nadie podía verle así. Su porte se volvió más serio, y suspiró.

-¿Lo locura que es que en nada vayamos a estar en la academia?

-Puede que no pasemos-dijo Martin.

-Claro que vamos a pasar-dijo Juanjo. Juanjo sabía que le facilitaría la vida enormemente si Martin no pasaba, pero aún así, no podía evitar querer vivir esta experiencia con él. Su cabeza era literalmente una batidora.

-A mí me da un poco miedo el tema cámaras.

-¿A ti? A mí seguro que me cancelan.

-Podrías intentar ser un poco más suave.

-¿Durante 3 meses 24h? Ni de coña que aguanto.

-¿Quién dice que vayas a durar 3 meses? A lo mejor duras dos semanas.

-No empecemos por ahí, chaval-dijo Juanjo, dándole con el cojín de su cama.

-Ya, ya-dijo Martin, devolviéndole el golpe.-Yo estoy un poco asustado, la verdad.

-¿Por?

-No ver a mi familia, durante 3 meses. Es como, mucho...

-Yo es que ya vivía fuera, pero debe ser rarísimo no poder ir a una puta senda a pasear por ejemplo.

-O a la playa.

-O a tomar una cerveza en una terraza.

-Es que que fuerte.-dijo Martin-Y todo el mundo ahí, viéndote.

A Juanjo le daba más miedo de lo que podía admitir. Tenía razón con lo que le había dicho a Martin, a él sí le iban a cancelar. Juanjo era una persona que no solía entrar de primeras, era basto, ruidoso y borde. Si le conocías te darías cuenta de que también era generoso y divertido, pero de primeras,... La cosa estaba complicada. Sabía que el público de OT era muy de primeras impresiones, es por eso que le generaba pavor entrar. No obstante, sabía cuál era su mayor miedo... Su mayor miedo no era entrar y que la gente le tachara de borde, su mayor miedo era entrar y que el mundo le marcara como "maricón", cosa que, por los vídeos que había estado viendo en su cuenta, ya lo estaban haciendo. No quería saber qué pensaba su familia. Miró a Martin a su lado, que estaba ocupado con el móvil.

Behind the scenesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora