Capítulo 25

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-Voy a romper este trío-dijo Abril mirándoles a ellos tres. Martin sonrió, empujando levemente a Chiara para que ella fuese la que se fuera. Quería estar con Juanjo, últimamente su relación, o lo que fuera, iba viento en popa, sobretodo delante de cámaras donde ya prácticamente nunca le rehuía. Ambos se sentaron en un escalón, mirándose mientras gestionaban la interpretación de una expareja.

-Madre mía, les pasa de todo-dijo Juanjo riendo-Espero que nosotros no seamos así, porque sino...

Fue consciente de sus palabras a los dos segundos de decirlas, y miró a Martin con una sonrisa y las mejillas levemente sonrojadas. Martin sintió que no había sonreído tanto en su vida. Le cogió de las manos, y Juanjo soltó una pequeña risita.

La interpretación iba bien, a veces traspasando demasiado la las líneas entre realidad y ficción.

-Juanjo, si de pronto vieras en Instagram que Martin está empezando algo con otra persona...

-Me muero-le interrumpió el maño, con tanta convicción que Martin no pudo evitar soltar un "¿En serio?" instantáneo.

-A ver, me muero no lo sé, pero me revienta un poco sí. Me picaría bastante.

Martin intentó aparentar una calma que no estaba sintiendo. Juanjo y él no habían hablado de exclusividad, más que nada porque la conversación en el lugar donde estaban resultaba bastante ridícula, pero le gustaba saber que Juanjo estaba en el mismo punto que él. Que también le saldría un sarpullido de solo pensar en el otro con otra persona. Juanjo comenzó a cantarle "a tu vera", canción con la que ya se puso a llorar hace poco, y con la que empieza tener sentimientos encontrados, le recuerda a la primera semana y a su incomodidad en esta. A su lejanía con Juanjo, y a su despedida con Lina.

-¿Qué tendría que cambiar para que le aceptes otra vez?-preguntó Abril. Martin se giró a enfocar a Juanjo, cogiéndole de las manos. Esto no lo habían preparado.

-Necesito que me escuches cuando te hablo, escucharme y mirarme de verdad, en casa y fuera. Y cuando estamos en grupo, valorarme, como yo te valoro a ti.

La mirada de Juanjo era de absoluto shock, y Martin se encontró pensando que no todo lo que estaba diciendo era una mentira.

-Tienes razón... Pero igual también deberías buscar lo bueno.

Parecía dolido, y Martin simplemente, no podía evitarlo.

-Veo muchas cosas buenas en ti, las he visto desde que te conocí. Para empezar, tu sonrisa, me pudo desde el día uno, y hasta hoy, y personalmente, lo cariñoso que eres.

Juanjo le miró con una sonrisa, sus manos sudadas, y nada más sentarse le dio un abrazo susurrándole un "gracias". Martin le miró, poniendo su mano sobre la pierna.

-Nunca he querido que te sintieras así.-volvió a susurrar después de un rato.

-Tranquilo, ya no lo hago.

Juanjo le sonrió, complacido y apoyó momentáneamente su cabeza en su hombro.


-Te quiero, te quiero, te quiero-dijo Denna mientras abrazaba a Juanjo por la espalda. Estaban ambos en los sofás. Era, quizás, la última noche de Denna en la academia. Martin estaba teniendo uno de sus episodios esquizofrénicos con las Ruski, que por más que entretuvieran a Juanjo de vez en cuando, hoy no era uno de esos días. Denna estaba casi colgada de él, Salma al otro lado, también tirándose encima.

-¡Me hacéis daño!-exclamó el chico.

-Mira a nuestro chico, que mayor se está haciendo.-dijo Denna.

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