Vínculos de Metal, Latidos de un Alma (Soundwave x lector)

capítulo_1 Comienzo

5:30 AM, lunes X de marzo. Año XXXX

Todo comienza con una rutina, me levanto, me baño, me visto, tomó mis materiales y mi mochila, preparó mi desayuno y corro a por el transporte público, esperar a que sean las 5:50 para la llegada de dicho transporte.

Subo, pago, espero, corro hacia la instalación de la Universidad, donde mi clase de gastronomía comienza, clase tras clase, trabajo y práctica, todo en una semana, Tana agobiante.

20:30 PM, finaliza la semana y el último día, fin de semana, no se descansa, 6:30 AM, me vuelvo a levantar un día sábado, trabajo de limpieza en los baños públicos y en un supermercado organizando los productos, mi trabajo empieza a las 8:00 y termina a las 22:00, vuelvo a mi casa, me doy una ducha y me pongo mi ropa para dormir.

Y la rutina se repite...

Día tras días, semana tras semana, mismas caras, mismo estrés, risas, bromas, conflictos internos entre estudiantes, juntas, reuniones, muchas personas corriendo para llegar a su destino, encierro en una sala de clases, preguntas y dudas de cada estudiante.

Una Universidad grande que te hace doler los pies de tanto buscar las salas, a pesar de que conoces el lugar, un comedor lleno de estudiantes y docentes, mesas llenas y filas para comprar un almuerzo.

(T/x) llevaba su propia comida, debía poner en práctica sus habilidades culinarias, y probar el fracaso y el éxito, no eran malas comidas.

Tras un arduo año, comenzaron los exámenes finales, donde (t/x) estaba más ocupada que nunca, en las noches estudiaba como nunca, comía poco y el estrés la estaba matando, lo único que anhelaba eran unas largas vacaciones, donde podría relajarse y disfrutar del aire libre.

- después de terminar estos exámenes, juro que me iré de esta ciudad e iré a un lugar lejos de esta bulliciosa ciudad- decía con cansancio y estrés.

Una noche, fría y nebulosa, el mundo parecía tan sumido en un caos, el sonido de las calles, el tráfico con sus respectivos vehículos andando a una velocidad promedio mientras que otros hacían retumbar el tubo de escape, tanto de autos como de servicios públicos, el ambiente se sentía pesado, el aire condensado en aquella habitación, un departamento solitario con un estudiante dando su mejor esfuerzo.

Comenzó el período de exámenes, el día de (T/X) comienza temprano, con el sonido insistente del despertador rompiendo el silencio de la mañana. A pesar de la tentación de quedarse unos minutos más en la cama, sabe que cada minuto cuenta. Se levanta, se estira y se prepara para enfrentar el día.

Las mañanas se convierten en una mezcla frenética de clases de cocina práctica, donde debe demostrar su habilidad para dominar las técnicas culinarias más complejas bajo la presión del tiempo. Entre cortes precisos, mezclas exactas y cocciones controladas, el estrés y la emoción se entrelazan en cada plato que prepara.

Después de las clases, se retira a la biblioteca, donde se sumerge en un mar de libros de texto y apuntes. Las largas horas de estudio se vuelven rutinarias, pero indispensables. La presión por recordar cada detalle sobre ingredientes, recetas y técnicas culinarias se intensifica a medida que se acercan los exámenes.

Las noches se convierten en un juego de equilibrio entre la necesidad de estudiar y el anhelo de descansar. (T/X) lucha por mantenerse enfocada, resistiendo la tentación de procrastinar con una cena rápida o una serie de televisión. A menudo, las horas pasan volando mientras revisa una y otra vez sus apuntes, haciendo todo lo posible por dominar cada materia.

Sin embargo, incluso en medio del caos del período de exámenes, (T/X) encuentra momentos de alivio y compañerismo. Los descansos breves se convierten en oportunidades para compartir risas y consejos con sus compañeros de clase, que están pasando por las mismas experiencias. Juntos, encuentran consuelo en saber que no están solos en esta lucha por el éxito académico.