Lisa había terminado su jornada tomaba las cosas de su locker no había podido pensar en nada que no fuese la madre de su hija y llevaba su mano a su vientre acariciandolo.
-¿Quieres quedarte conmigo?-Pregunto Minnie y Lisa negó con una media sonrisa.
-No Minnie, estoy bien, gracias.-Respondió la pelinegra caminado a la salida.
-¿Todo bien Lili?-Pregunto Dará.
-Todo bien Dará, gracias.-Respondió Lisa continuando su camino, lo repetía que casi se había logrado engañar "todo estaba bien" se sorprendió al ver a Rosé en la salida del hotel, no se había ido, ahora estaba sola contra la rubia.
-¡Lisa!-La llamo Rosé, la pelinegra puso los ojos en blanco, y continuo su camino ignorado a la rubia.
-Lisa.-La volvió a llamar y la tomó delicadamente del brazo, Lisa sintió su piel erizarse, había extrañado al amor de su vida, solo habían pasado seis meses alejadas, pero sentía que había sido una eternidad.-Rosé, no me toques.-Advirtió Lisa, Rosé obedeció y soltó suavemente su sujeción de la pelinegra.
-Lisa, es mi hijo ¿verdad?-Lisa cerró los ojos lentamente los abrió al ver el dolor de Rosé desvió la mirada, no le mentiría.
-No es de esa tal Sorn.-Rosé No preguntaba, afirmaba lo que sabía Lisa buscó de donde sostenerse cuando sus piernas fallaron, Rosé de inmediato la alcanzó.Cuando la pelinegra abrió los ojos se encontraba en un hospital, intentaba recordar que había pasado, y sintió como si le acabarán de arrojar balde de agua fría al ver a Rosé al pie de su cama, parecía inspeccionarla, aún con la bata y las sábanas se sentía desnuda y desprotegida.
-¿Sabes el susto que me has metido?-Reclamo Rosé.
-Nuestra hija puede correr peligro con el ritmo de vida que llevas.-Le dijo Rosé, lisa quería responder, pero no tenía palabras para hacerlo.-Rosé, estamos separadas, mi vida no es de tu incumbencia.-Lisa desvió la mirada y quiso ponerse en pie pero la debilidad no se lo permitió.
-Si, lo se, te separaste de mi, no debiste separarme de mi hija.-Reclamo Rosé.
-Rosé, no tengo fuerzas de discutir.-Le dijo Lisa.
-Lo siento, me pone que no me hayas dicho nada de mi bebe Lisa, ¡tienes seis meses Lisa!-Lisa escuchó el tono de voz de Rosé reclamaba con razón, Ella era su hija también.
-Tienes razón.-Lisa veía un punto cercas de la puerta y Rosé sintió como si miles de mariposas estuvieran volviéndose locas en su estómago, su ex esposa estaba de 6 meses, era su bebé, sería madre con la mujer de su vida, aunque seguía un tanto molesta, solo podía describir lo que sentía como pura felicidad
-Lisa, tienes que reposar, ven a casa, yo te cuidaré.-Lisa soltó una risa, parecía escuchar un chiste.
-No Rosé, estaré bien, estaremos bien.-Lisa se incorporó aún mareada, pero con todas las fuerzas que tenia.
-no es una negociación, es por tu salud, te llevaré a casa, y yo misma me encargaré de cuidarte.-Lisa sintió mariposas al escuchar "a casa" pero la casa de Rosé ya no era su casa.
-Yo tampoco estoy negociando, iré a mi casa.-Lisa sabía que sería una discusión de horas, así que exhalo aliviada al ver al doctor entrar en la habitación.
-Señoras Park, buenas noches veo que la paciente ya está despierta.-Dijo el médico, Rosé mostró una enorme sonrisa al escuchar las palabras "señoras Park" pero Lisa mostró una reacción diferente.
-¿Cuando me dará de alta? Tengo que ir a trabajar mañana a las 10.-Aviso Lisa.
-De eso nada.-Dijo Rosé ganándose una mirada llena de advertencia de Lisa.
-Ya he hablado con tu jefa del tema, tú no regresarás ahí.-Rosé hablaba sería y segura.-Su esposa tiene razón, tiene que mantener reposo de aquí al nacimiento del bebé, tiene la presión un poco baja, al igual que el azúcar.-Lisa solo veía los labios del médico moverse pero sentía que no escuchaba nada, no dejaba de pensar ¿que haría sin trabajo los próximos tres meses?
-Yo me encargaré de que así sea.-Dijo Rosé con seriedad.
-Muy bien, en ese caso, prepararé los papeles para el alta, y señora Park, puede pasar a saldar la cuenta de su esposa y a firmar los papeles.
Cuando el hombre salió Lisa no decía nada solo continuaba pensando que haría.-Lisa, te ofrezco cuidado y me haré cargo de ti y de nuestra hija, por favor no me dejes fuera de esto.-Lisa dejo caer su cabeza en la almohada, se sentía abrumada con tantas cosas, sabía que en la casa de Rosé no le faltaría comodidades pero sería lo mismo que había vivido, solo sería ella en esa enorme loft, ademas ¿que pasaría después?
-Esta bien, estaré en tu casa, hasta el nacimiento de Ella.-Le respondió Lisa.
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Termine con mi ex. CHAELISA (GIP)
FanfictionLisa se divorció de Rosé, ya no podía estar en una relación unilateral, lo único que le recordaba que estaba casada eran las activas noches de pasión, cuando se divorcian Lisa descubre que está embarazada de dos meses, cuando Rosé llega a un lujoso...