5.No es tu hija

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Lisa por fin encontró la botella, la tomó con extremo cuidado y la entregó al mesero, tomó las copas y se aseguró que estuvieran perfectamente limpias.

-Lisa, ¿que haces aquí?-pregunto Dará al ver a la chica supervisando las copas.

-Oh, Dará, tenemos unas clientes especiales.-La forma en la que llamaban a los clientes molestos.
-Minnie les ofreció que pidieran las bebidas en lo que los meseros tomaban la orden pero pareció volverlas más exigentes ahora estoy asegurándome que las copas estén perfectas para entregarlas.-Dara asintió y vio la costosa botella, casi las tenían bajo llave por lo costosas que eran.

-¿Han pedido la botella eh?-Dijo mirando de arriba a bajo la botella, como si fuese un cliente al que inspeccionaban.

-La han pedido.-Afirmó Lisa.

-Esta bien cariño pero no te esfuerces demasiado, regresa de inmediato a tu silla, mantente tranquila.-Le dijo Dará con una sonrisa pero una mirada que le advertía que no exageraba.

-Si Dara, llevaré la botella y dejare al mesero con ellas.-Lisa le devolvió la sonrisa y Dará asintió.

-Ya hija, tranquila.-susurro Lisa acariciando su vientre, con la esperanza de que su bebé se tranquilizara.

Lisa camino a la mesa buscando que Minnie le señalara si era la correcta, no veía a la chica que se había quejado, supuso había ido al baño, Minnie señaló la mesa de la esquina, y cuando Lisa reconoció a la rubia sentada en la mesa se paralizó, no sabía que hacer, quiso pensar, convencerse que era su cerebro la que la engañaba, y Minnie lo noto.
Rosé alzó la mirada y se sorprendió al ver a Lisa frente a ella, ambas tenían el mismo rostro de sorpresa al verse, con el rostro de venado recién faroleado, Lisa tenía un rostro lleno de terror al ver a Rosé, y la rubia tenía un rostro de sorpresa, su vista veía a Lisa de arriba a bajo y su mirada se detuvo por un largo momento en su vientre, no tenía experiencia con los embarazos, pero sabía que tenía más de cinco meses, estaba casi segura que ese bebé era suyo.

-¿Lisa?-Pregunto Rosé después de unos segundos viéndola, se puso de pie y camino a Lisa, la pelinegra quiso responder con sarcasmo, se la ponía tan fácil, pero no pudo, estaba paralizada.
-Lisa, ¿Es mi bebé?-Minnie pudo escuchar la pregunta, de inmediato lo entendió, esa era la ex esposa, se llenó de furia al pensar que era la ex esposa y estaba ahí con su conquista, mientras su amiga, con su bebé estaba atendiéndola, la furia le hirvió la sangre al ver las manos en el vientre de Lisa, y a su amiga paralizada con rostro lleno de terror.

-¡No, no es tu hija!-Le respondió Minnie, no haría una escena en su trabajo, pero no dejaría a su amiga desprotegída.
-Es de Sorn.-Dijo Minnie, la mirada de Lisa parecía ahora más aturdida con esa afirmación, y sintió como la mano de Rosé se alejó de su vientre y su bebé nuevamente se volvió a mover como loca, ahora ella llevó su mano al lugar donde Rosé había descansado su mano unos segundos atrás con la esperanza que eso tranquilizara a la pequeña, pero su esfuerzo fue en vano, Rosé al escuchar las palabras de Minnie tomó su cartera y dejó unos fajos de billetes y salió del lugar, no sin antes llevarse la botella de casi tres mil dólares.
Minnie contó el dinero y la cuenta estaba correcta incluso había dejado bastante de propina por una comida que ni siquiera probó.

-Lili, dejo quinientos de propina.-Lisa seguía con su mano en su vientre apenas prestando atención a su alrededor, al parecer Rosé había olvidado su cambio, y su nueva novia.

-Se fue por allá.-Dijo Lisa distraídamente a la acompañante de Rosé que solo bufo y salió casi corriendo, Lisa volvió a su puesto hasta que terminó su turno, no supo como lo terminó porque su mente no dejaba de pensar en la rubia.

Termine con mi ex. CHAELISA (GIP)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora