Termine con mi ex. CHAELISA (GIP)

8.Celos

-¿No irás a trabajar?-Pregunto Lisa al ver que Rosé seguía en pijama por segundo día consecutivo.

-No, he arreglado todo para hacer consultorías desde casa, si a caso vendrán a verme, pero prefiero que no.-Rosé minimizaba el asunto, Lisa lejos de sentirse halagada le enervó, tres años rogándole que tomara vacaciones y nunca la escuchó.

-Vaya, así que si me hubiera embarazado hace dos años, y que el embarazo se considerara de riesgo era lo que hacía falta para que tenerte en casa.-Hablo la pelinegra con sarcasmo, Rosé no quería pelear, vio a Lisa dejarse caer en el sofá y ella hizo lo mismo.

-Si, fui una mierda de esposa.-Admitio Rosé buscando la mano de Lisa.
-Pero déjame hacerlo mejor, dame la oportunidad de compensarlo.

-Rosé, estoy aquí porque se que no debo estar sola y eres la madre de Ella, no significa que lo nuestro se repare.-La rubia iba a responder cuando el móvil sonó Lisa.
-Hola Sorn.-Saludo Lisa, la rubia de inmediato recordó el nombre, era de la supuesta madre de su hija.
Rosé se puso de pie y se dirigió a su habitación dando un portazo que casi tumbó los cuadros que aún colgaban en la pared.
-No Sorn, estoy con Rosé, es decir en su casa.- La castaña había respondido cuando Sorn pregunto si quería irse con ella, al enterarse que Lisa estaba delicada.

-Lili, deberías venir conmigo, sabes que tu ex esposa no te cuidare se irá a trabajar y te dejara sola Lili, piensa en Ella.

-Sorn, estaré bien.-Insistió Lisa.

-Te llevaré manzanas se que a Ella es lo único que le gusta.-Lisa soltó una enorme risa, aunque reiría más si lograra ver a Rosé del otro lado de la puerta, recargada completamente en la puerta intentando escuchar y gruñendo cuando escuchó a Lisa reír, pensó que Sorn la hacía reír.

-Rosé compró manzanas para todo el año, creo que ya no lograrás encontrar.-Ahora era Sorn la que gruñía.

-Déjame ir a verte.-Rogo Sorn.

-Ahora está Rosé conmigo cuando vaya a trabajar te llamaré para que me hagas compañía.-Propone Lisa.

-Yo esperaría sentada de ser tú.-Dijo Rosé en un susurro.

-Adios Sorn nos vemos pronto.-Lisa terminó la llamada, ¿Ahora que haría? No trabajaba, no tenía a donde ir, y Ella tampoco se lo permitía, escuchó a Rosé abrir la puerta, y lentamente asomar su cabeza.

-¿Puedo pasar?-Pregunto la rubia.

-Estás en tu casa.-Responde Lisa levantando los hombros.
Rosé se sentó a lado de ella, y se fue acercando lentamente, Lisa quiso reír de lo absurdo de la escena.
-¿Que haces?-Pregunto Lisa.

-Nada.-Respondió Rosé acercándose un poco más.
-¿Quieres ver la tv?-Pregunto buscando el control.

-¿No irás a trabajar?-Pregunto Lisa al verla cambiando de canales.

-Eso quisieras.-Susurro Rosé molesta.

-¿Como?-Lisa había escuchado claramente, solo quería que Rosé lo repitiera.

-Nada, iré por manzanas.-Rosé se levantó dejando un canal cualquiera.
Lisa comenzó a cambiar los canales no encontró nada y dejó las noticias.

-¿que vemos?-Rosé se dejó caer más cercas de Lisa.

-Noticias.-Lisa tomó una manzana sonriendo y dando grandes mordidas, Rosé sonrió feliz al verla comer.
Lisa intentó ponerse en pie de inmediato la rubia la detuvo.

-¿Que necesitas?

-Quiero algo picante.-Dijo Lisa haciendo un puchero, Rosé sonrió con ese comentario.

-Lili, se que te gusta el picante, pero luego te duele el estómago y a Ella le hará daño.-Explico Rosé que no pareció convencer a Lisa.

-Ella quiere algo picante.-Dijo la castaña, Rosé se levantó perezosamente y fue a la cocina, regreso con magos y manzanas con chile en polvo, haciendo a la castaña aplaudir gustosa.

-¡Oh! ¡Yummy!-Lisa comenzó a comer feliz, cuando terminó dejó el plato en la mesa, e intentó mantenerse despierta viendo la tv.
La rubia ya se había aburrido, sentía sueño cuando sintió la cabeza de Lisa en su hombro, se acomodo para que la pelinegra se recostara en su regazo, sintió a Lisa relajarse y llevó su mano al vientre, sintió unas pataditas, si Lisa no estuviera dormida estaría gritando emocionada al sentir eso.

-Ojalá me lo hubieras dicho.-Susurro Rosé besando la cabeza de Lisa, aunque la rubia no sabía que su ex esposa estaba despierta, las patadas de su pequeña le habían impedido descansar y se sentía tan bien con la mano de Rosé en su vientre y durmiendo en sus piernas como cuando eran un matrimonio.
No pudo seguir fingiendo que estaba dormida cuando su móvil comenzó a sonar nuevamente.

-Hola Sorn.-Rosé ahora estaba tentada a lanzar el móvil de Lisa por la ventana.