Samuel termina de vestirse y decide bajar a la cocina donde ya lo están esperando con un delicioso desayuno, mientras desayuna, su padre aprovecha para preguntarle por el trabajo
—¿Hoy también trabajarás, hijo?
—Si, papá. — Su padre hace un gesto de desagrado, ya que hoy es su cumpleaños y debe trabajar. — Samuel mira el reloj y nota que ya es algo tarde, así que se levanta de la mesa y agradece por el desayuno, camina hacia la entrada, descuelga su abrigo del perchero y sale de su casa entre el frio de la mañana.
El camino parece estar muy solitario, mientras camina hacia el mercado, se pregunta así mismo cuanto tiempo más seguirá escondiendo su secreto a su familia.
—Debería contarles que jamás he trabajado en el pueblo —dice Samuel.
De pronto Samuel, se detiene en el camino al observar como 3 hombres muy sospechosos, están entrando al bosque, Samuel permanece quieto por un buen rato, hasta que se encuentra con un vecino suyo.
—Buenos días, muchacho.
—Buenos días, señor —responde Samuel.
—¿Va para el mercado? — Samuel muy educado le contesta que si —. Entonces si va para el mercado, ¿qué hace aquí parado como estatua?
—Solo estoy descansando —. Su vecino lo mira algo confundido. — De pronto un fuerte disparo suena por el bosque
—¡Ay canijo un balazo! —dice el vecino. — Samuel sin pensarlo, decide salir igual de rápido que un rayo en dirección hacia el bosque para saber que ocurre.
—¿A dónde vas, muchacho?
—¡Traiga ayuda! — dice Samuel
—¿QUE?
—¡Que traiga ayuda! — Su vecino intenta pedirle que se detenga, pero Samuel no lo escucha.
Adentro del bosque se encuentra una pareja de esposos rodeados por 3 hombres.
—Por favor, dejen qué mi mujer se vaya. — Uno de los hombres decide acercarse a la mujer, quien está de rodillas en el piso, la toma del rostro y observa los atributos de la mujer. — ¿Cómo un idiota como tú, puede tener una mujer tan buena?
El pobre hombre intenta hacer algo, pero el líder del grupo le da un fuerte golpe en el estómago, lo toma del cabello y le dice
—Mira, viejo, no quiero estupideces, sabemos que estás bañado en oro, así que ya te la sabes, suelta el dinero. — El hombre levanta el rostro y le responde —. Les juro que no sé de qué hablan. — Sin esperarlo recibe otro golpe en el estómago.
—Cómo no, te vimos salir del banco con enormes bolsas, si no te quieres morir, mejor dinos, ¿dónde está el dinero? —dice el tercer ladrón.
—Les juro, señores, no sé de qué están hablando. — El líder sabe que el hombre está mintiendo, así que manda a sus 2 hermanos para que encuentren el dinero que está escondido en la carreta, buscan por todos lados, hasta que logran encontrar las bolsas llenas de monedas debajo del asiento, toman todo el dinero y bajan de la carreta para subir las bolsas a sus caballos.
El líder nota que traen algo, así que le pregunta al hombre —. ¿Qué es eso de la parte de atrás, viejo?
—Son mis animales. — El líder no está muy convencido con las palabras del hombre, así que manda a sus hermanos para que revisen, si en verdad, lo que hay atrás son animales. — Los 2 hombres abren la parte trasera de la carreta y se encuentran con que, hay una gran variedad de animales —. Si lo son, y muy buenos, quizás podremos venderlos en el mercado del pueblo muy fácil. —dice el segundo hermano.
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Amor a la antigüita
FantasySamuel es un chico solitario quien toda su vida ha tenido que pasar por muchas tragedias, un amor eterno y un secreto del pasado lo harán interesarse por los misterios de este mundo, sin saber que en su proceso de investigación descubrirá amistades...