La hora ha llegado, es momento de hacerle frente a la maldición que carga en su vida, la madre de Alba ya está lista, se sienta en una silla en la cocina esperando al padre de sus hijos, el hombre llega derrumbando la puerta a patadas, en cuanto entra se dirige hacia donde está su esposa para golpearla, la toma del cabello, mientras le grita
—¡Maldita zorra!, pensaste que te escaparías con tu amante
La madre de Alba solo se queda callada y no dice nada, incluso sonríe, lo que enfurece mucho a su esposo quien intenta tomarla del cuello, pero su esposa se defiende dándole una patada en las bolas, su marido cae al instante al suelo por el dolor, su esposa aprovecha para tomar el cuchillo de la mesa.
—¡No te acerques! — Su esposo se levanta del suelo y le dice —. Suelta eso. — La madre de Alba le grita —. ¡Ya estoy harta de ti!
Ambos comienzan a forcejear para quitarse el cuchillo, pero por un descuido la madre de Alba le corta los dedos a su marido, el hombre se toma la mano gritando por el dolor. La mujer observa la sangre, lo que la asusta y la hace tirar el cuchillo, sin saber que hacer, intenta correr para escapar, pero la puerta no abre. La madre de Alba está intentando abrirla, su esposo lleno de rabia y coraje corre hacia ella para tomarla del pelo y ponerla contra la pared para asfixiarla, la madre de Alba está decidida a defenderse, así que usa sus dedos para picarle los ojos.
—¡MALDITA ZORRA! — Su marido la suelta. — Oportunidad que aprovecha la madre de Alba para correr hacia la cocina, pero por un descuido se tropieza, lastimándose mucho el tobillo. — La pobre mujer intenta levantarse, pero su marido le da una patada, haciéndola caer.
Ya la tiene en el suelo e indefensa, así que se sube encima de ella y empieza abofetearla. Su mujer ya está harta de todo, utiliza sus uñas para rasguñarle la cara, el hombre responde con un puñetazo directo en la cara de su mujer, la cabeza de su esposa suena muy fuerte al golpearse con el suelo. Sin tener oportunidad ninguna, su esposo ya hecho un demonio decide tomar el cuchillo del suelo para acercarse a ella y entre gritos comenzar a apuñalarla, su esposa grita por ayuda, pero a pesar de estar escuchando todo el vecindario los lamentos de la mujer, nadie quiere involucrarse.
Su esposo queda repleto de sangre, la pobre mujer ya no siente su cuerpo, su respiración es muy agitada y tiene frio. Su tiempo en la tierra se ha acabado, suspira por última vez relajando su cuerpo y su alma.
El padre de Alba vuelve a retomar la conciencia y se da cuenta de lo que acaba de hacer, ha matado a la única mujer que en verdad un día lo amó. El infierno de esta pobre mujer ha terminado.
Afuera está todo el vecindario viendo lo que pasó, dos soldados entran por el padre de Alba quien no para de gritar que mató a su mujer. Con la cabeza hacia abajo y la gente a fuera, sacan al hombre.
—Esa mujer lo tiene bien merecido, era una zorra —dice una vecina. — Un vecino la escucha y le dice —. Señora, cállese, deje de ser una hipócrita, usted sabía que ella sufría maltratos por parte de su esposo, ¿y qué hicimos?, todos nos callamos, sabiendo que esa pobre mujer vivía una tortura. — El esposo de la vecina le dice al hombre —. ¿Qué te pasa? No le hables así a mi mujer. — El vecino contesta —. Señor, solo estoy diciendo la verdad, todos aquí son unos hipócritas, nada nos quitaba con ayudar a esa pobre mujer, espero a nadie le pase esto, ahí es cuando sabrán y verán lo que es ser juzgada y no ser ayudada.
Los vecinos saben que es cierto, si tan solo hubiesen hecho algo, esta pobre mujer aún podría estar viva. Alba viene caminando sola entre la noche, cuando ve a mucha gente alrededor de su casa, una de sus vecinas, se acerca a ella para intentar explicarle todo lo que pasó.
—¿Qué pasa señora?, ¿por qué hay tanta gente? —dice Alba.
—Primero quiero que me escuches, pasó algo en tu casa con tu mami — Alba se asusta mucho y le pregunta a su vecina —. ¿Se cayó?, o ¿acaso de nuevo ese maldito la golpeó? — La vecina la toma de las manos y le dice —. Tu papá y tu mamá, tuvieron una discusión y pasaron cosas que no debieron pasar.
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Amor a la antigüita
FantasíaSamuel es un chico solitario quien toda su vida ha tenido que pasar por muchas tragedias, un amor eterno y un secreto del pasado lo harán interesarse por los misterios de este mundo, sin saber que en su proceso de investigación descubrirá amistades...