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Ulises y yo salimos de la casa, nos alejamos tanto que por un momento pensé que tal vez iba a matarme. Pero me dejó en claro que no iba a hacerlo, anoche Thalia le contó que yo estuve en el baño todo el tiempo.

Entramos a un pequeño bosque, lo suficientemente lejos para ya no ver la gran mansión.

—Yo... quisiera pedirte disculpas—. Se detiene—. Mi comportamiento no fue el mejor, y lamento que escucharás lo que dije ayer en la habitación de Thalia.

—Esta bien—. Le digo—. ¿Y este lugar?—. Hablo para cambiar el tema.

—Es tranquilo, así que pensé que podríamos hablar mejor, ¿te asusté?

—Un poco—. Río nerviosa.

—Perdón por eso.

—Pero está bien, que te arrepientas de tus errores es un paso grande para llevarte bien con tu familia.

—Supongo...

[...]

Al llegar de nuevo a la casa, nos encontramos con Lairet sentada en el sofá, acariciando al gato que ví ayer.

Apenas al verme, me mira mal.

—¡Ulises!—. Dice con emoción—. ¿Has visto a tú hermano?—. Se tapa la boca con rapidez—. Ay perdón, digo Jack.

Al parecer Lairet sabe de los problemas familiares de los Astley.

Ulises voltea a verme.

—¿Qué?

—No sé, tú eres la que duerme con él, respóndele.

Siento que mis mejillas se ponen calientes.

—Hm.. Debe estar bañándose—. Respondo apartando la vista.

Luego de unos minutos baja Jack, junto a Thalia, ella lo está sosteniendo del brazo, mientras que Jack la mira algo confundido. Sonrió al ver que por fin Thalia puede llevarse bien con sus hermanos sin necesidad de elegir. Y aunque Ulises le molesta un poco, está haciendo el mayor esfuerzo para no explotar.

—¡JACK!—. Grita Lairet, y se abalanza hacia él, apartando a Thalia. Está la mira mal.

—Un "buenos días Thalia" no te cuesta nada Lairet—. Le reprocha.

—Perdón querida. Buenos días.

—¿Dónde está Sara?—. Pregunto.

—Mamá siempre despierta tarde—. Me responde Ulises—. Deberíamos desayunar, tengo hambre.

—Yo igual—. Habla Thalia.

Todos nos vamos hacia el comedor y nos sentamos, Lairet ocupa el puesto de Sara, parece una garrapata.

Odele junto con otros empleados de la casa nos traen el desayuno.

—Abre la boca Jack—. Lairet está intentando darle comida a Jack.

—Mi hermano no es un bebé, puede comer solo Lairet—. Le dice Thalia.

Lairet devuelve la cuchara al plato. Y todos se queda en silencio.

—¿Hay lugares bonitos aquí?—. Digo—. Quisiera pasear con Pamela, Nicolle y Odele.

—Si tanto te gusta estar con la servidumbre, deberías volverte sirvienta.

Respiro profundo, para no lanzarme contra ella así como lo hice con Kathrine.

—Tú siempre diciendo cosas en momentos innecesarios.

Lairet se queda en silencio.

—Podrias ir en carruaje recorriendo la ciudad, es muy divertido—. Responde Thalia.

Un Demonio Como EsposoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora