Jack
Necesito un descanso.
He estado trabajando todo el día, estar sentado en una silla durante horas no es divertido.
Iré a dar una vuelta con Bayard, tal vez así me desestrese un poco.
Que equivocado estaba.
¿Qué hace Daphne aquí? ¿Y con un hombre? Se están riendo, ¿de qué se ríen?
Me acerco a ellos, y carraspeo, de inmediato ambos notan mi presencia.
—Oh, Jack, ¡hola!—. Dice Daphne.
El hombre junto a ella se inclina.
—Su majestad, que bueno verlo por aquí.
—¿Qué hacen?—. Me atrevo a preguntar.
—Ridey me contaba la historia de como habían llegado los caballos al castillo.
—Así es—. Habla el supuesto “Ridey”.
—Bueno ya puedes retirarte.
Él asiente.
—Fue un placer hablar contigo, Daphne.
¿La llamó por su nombre, y también le tuteo?
Maldito…
—Hm, ¿y qué haces aquí?
Volteo a ver a Daphne.
—Venía a dar una vuelta con Bayard.
—¡Es tú caballo!, ¿no es así?
Asiento.
—¿Quieres verlo?
—¡Si!—. Dice emocionada—. Ridey me dijo que tu caballo era algo arisco.
Otra vez ese nombre.
—Lo es, no se deja dominar de nadie, pero conmigo es diferente—. Informo.
Llegamos al establo donde estaba Bayard, el lugar solo era para él, porque tampoco se llevaba bien con los demás caballos.
Y hay estaba él, estaba acostado, su piel era de color negra, se veía brillosa.
—Que hermoso—. Susurro Daphne.
—Si—. Voy hacia un lado para agarrar la silla y colocársela—. Una vez le mordió un brazo a un trabajador, así que no te acerques mu… cho.
¿Qué?
¿En que momento Daphne se acercó a él? ¿Y por qué él se está dejando acariciar de ella?
—Ay pero que lindo.
—Que raro, suele ser agresivo con la gente—. Me acerco a ellos.
—Dicen que las cosas se parecen a su dueño.
—¿Qué?
Daphne ríe.
—Nada, olvídalo.
[…]
Luego de alistar a Bayard, invite a Daphne a dar una vuelta con él.
—No sabía que el castillo era tan grande.
Después de andar un rato, la traje a mi lugar favorito, es muy alejado del castillo, pero se puede ver perfectamente el atardecer, como lo estamos haciendo en este momento.
—Si, es algo relajante estar aquí.
—Es muy lindo…
Volteo a ver Daphne, nuestras miradas se encuentran, ella voltea la cabeza rápidamente.
No se que pasa conmigo estos días, cada vez que estoy junto a ella, mi corazón late con fuerza, como si quisiera salir de mi pecho.
Inconscientemente me acerco más a ella, y con mi mano tomo su barbilla. Veo sus ojos azules, tan azules como el cielo por la mañana.
Me acerco más a ella, puedo sentir su aliento, huele a fresas.
Me acerco más, y más, mis ojos se van cerrando lentamente…
—Bueno… deberíamos volver antes de que se haga más de noche—. Se aparta de inmediato.
¿Qué acaba de pasar?
Ella me rechazo..
No… ¿qué estaba haciendo yo?, ¿la iba a besar?
Estoy loco, Daphne solo es mi esposa por un contrato que ambos firmamos, solo eso. Pero aún así, porque me siento decepcionado.
No importa.
—Bien, vámonos.
Al llegar al castillo, Daphne se adelanta primero, el ambiente se tornó tenso y ninguno de los dos dijo algo.
No debí hacer eso.
Entro al castillo y veo que Daphne está parada junto en las escaleras, hablando con alguien.
Al acercarme más, la persona se me hace bastante familiar.
Me detengo.
—¿Mamá?
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Hello.
Disculpen la tardanza, no había escrito nada, y he estado algo ocupada, no tenía muchos ánimos, así que perdónenme si el capítulo esta muy aburrido, tampoco soy buena escribiendo escenas románticas.
Trataré de mejorar.
Disfruten.
Nos leemos luego.
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Un Demonio Como Esposo
FantasiSabrina, quien ha estado luchando contra una enfermedad grave durante años. Un día, descubre que va a morir, así que decide rescostarse hasta que se queda dormida, pero cuando despierta se encuentra en el mundo de su libro favorito. Descubre que ha...