Sabrina no tuvo una infancia normal como los demás, toda su vida se la pasó viviendo en un hospital, con tubos conectados a su cuerpo.
Por la ventana de la habitación del hospital veía como los niños de su edad podían disfrutar su vida sin ningún preocupación.
Ella ya ni siquiera recordaba como era su casa. Solo conocía algunos pasillos del hospital y su habitación, donde siempre permanecía.
Al principio le daba miedo los ecos que se escuchaban en los pasillos del hospital y, le dolía cada vez que una enfermera venía y le aplicaba una gran cantidad de inyecciones, que ni siquiera sabia para que funcionaban. Pero con el tiempo se fue acostumbrado a los ecos, el dolor, pero sobre todo se dio cuenta el porque estaba ahí.
Un día, como cualquier otro, iba a recorrer los pasillos para salir del aburrimiento en que se encontraba. Pero se detuvo al escuchar la voz de su madre al otro lado de la puerta.
—¡Por favor, doctor tiene que haber una cura o un tratamiento! ¡Tiene que haber una solución para poder salvarla!
Los gritos de su madre sonaban por todos lados. Pidiéndole ayuda al doctor para que Sabrina no muriera.
Aunque su mamá siempre le había dicho que muy pronto se curaría, ella ya se había resignado a que un día iba morir. Y ese día había llegado.
El doctor le respondió con un “lo siento mucho, tal vez no pase de esta noche”. Sabrina escuchó como su mamá empezaba a llorar.
Sabrina decidió volver a su cama, y tomó un libro que estaba en una mesita junto a su cama. En todo el tiempo que estuvo allí había leído muchos libros, pero ese sin duda era su favorito. Trataba de como una chica tuvo que casarse con un rey que era mitad humano y mitad demonio, el cual nunca tuvo sentimientos por nadie y se le conocía por ser un rey cruel. Pero cuando convivió un poco más con la protagonista decidió abrirle su corazón, el problema era que ella estaba enamorada de alguien más y, decidió traicionar a su esposo con su primer amor. El rey al ver cómo su esposa lo engañaba con alguien más, decidió matarlos a ambos. Pero no pudo con la culpa de haber matado a la única mujer que amo, así que se terminó suicidando.
Sabrina aún seguía enojada con la protagonista por haber hecho esa estupidez. Sabrina a veces pensaba que si tuviera la oportunidad de cambiar la historia lo haría, y salvaría al personaje masculino de morir.
Se recostó sobre la cama abrazando su libro favorito, mientras iba cerrando sus ojos lentamente, pensando que si la reencarnación existe, y si existiera ella disfrutaría su vida sin arrepentimientos de nada…
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Hola, qué tal?
Qué les pareció esta primera parte del libro?
Todavía hay mucho más, espero y les agrade.
Nos leemos en el siguiente cap.
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Un Demonio Como Esposo
FantasíaSabrina, quien ha estado luchando contra una enfermedad grave durante años. Un día, descubre que va a morir, así que decide rescostarse hasta que se queda dormida, pero cuando despierta se encuentra en el mundo de su libro favorito. Descubre que ha...