1. Historia de Miguel I

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Historia de miguel.

Nos desgastamos tanto persiguiendo aquello que deseamos lograr. Que cuando lo logramos, no podemos disfrutarlo.

Juan y maría una joven pareja mexicana con el sueño de un mejor futuro, decide migrar a los E.U.U es así cuando llegan a Texas. Juan (un apasionado por cantar rancheras y de la vida nocturna) logro conseguir trabajo en un bar de dueños mexicanos, llamado «El Chile». 

María (criada a la antigua, en una familia conservadora enseñada a solo servir al hombre y hacerse cargo de la casa) amiga de la hermana Sofia. Una joven señorita la cual había sido compañera de colegio de María, pero, se separaron cuando Sofia se internó en el monasterio, para preparase y poder servir el resto de su vida a dios. 2 años después de la llegada de Juan y María a E.U.U se reencontrarían en Texas, después de muchos años, ya que Sofia al terminar su preparación en el monasterio de México, fue trasladada a la ciudad de Houston Texas, para servir a dios en el Orfanato «Cristo redentor» Sofia parece reconocer a María mientras caminaba y decide acercársele.

—¿María, eres tú?

María voltea lentamente y confundida al escuchar su nombre, entre cierra sus ojos y también le pareció reconocerla.

—¿Sofia?

—¡María!, si eres tú. —Sofia abrazo a María—. Que alegría me da volver a verte.

—A mí también amiga, después de años, ¿Qué haces acá en Houston?

—Sirvo al señor en un orfanato. desde que Sali de preparación me trasladaron acá, desde entonces estoy en Houston. ¿Y tú, ¿Qué haces acá?

—Hace dos años estoy acá. Me vine con Juan, Él trabaja de noche en un bar y yo me dedico a la casa.

—¿Y a los niños, me imagino?

—¿Niños? No aun no hay niños. —María ríe y sujeta su brazo—. Sofia, me alegro verte, pero debo irme, Juan no demora en llegar y aun debo cocinar.

—A mí también me encanto verte María. no te preocupes, entiendo, A mí también me deben estar esperando en el orfanato.

Todo marchaba bien en la relación de María. A Juan le iba bien en el trabajo, y maría disfrutaba su rol como ama de casa. Pero aquel comentario de su amiga Sofia, Le había quedado en la mente. por lo que, desde ese momento, no dejo de pensar en la idea de que tal vez ya era momento de que ella y Juan tuvieran su primer hijo, mientras cenaban, María no podía dejar de ver a Juan. esperando el momento indicado para hacerle el comentario y saber que pensaba Juan sobre tener un hijo.

Juan siente la mirada de María mientras cena.

—¿Pasa algo?

—No juan. ¿Por qué? —María se pone nerviosa.

—Por qué no paras de verme. Como si me quisieras preguntar o comentarme algo, aparte no has tocado tu comida y te noto nerviosa.

—Bueno si ¿Qué piensas sobre tener un hijo?

—¿Un hijo?

—Si, un hijo ¿Qué piensas sobre eso?

Juan deja comer, se levanta de la mesa y abraza a María:

—¡claro, me encantaría tener un hijo maría! ¿estas embarazada?

María ríe sorprendida por Juan.

—¿enserio? ¡te gustaría! no aun no, pero estaba pensando en que ya podríamos intentarlo.

—Bueno, ¡que estamos esperando para hacer los primeros intentos! —Juan esta feliz y la miro a los ojos—. Por mi podemos empezar ahora mismo.

—¿los primeros?

Juan y María se habían ilusionado con la idea de ser padres, y no podían dejar de pensar en eso. pero después de 1 año de muchos intentos y aun no conseguirlo, la relación entre María y Juan empezaba a tornarse un poco incomoda, ya que la preocupación de los resultados negativos, despertaría en la joven pareja desesperación, y en María ya empezaba a despertar cuadros de estrés, al ver que no lograba quedar embarazada decidió empezar a fumar para contener la ansiedad y el estrés.

 Pero el problema se pondría mucho peor cuando el cigarrillo se apodero de ella  y a Juan empezaba a molestarle las actitudes de María, ya que había dejado de cumplir con sus responsabilidades en la casa, y al llegar del trabajo, Juan notaba que María no hacía nada más que pensar y fumar todo el día, las cosas entre ellos empezaban a cambiar, María al ver que necesitaba conversar con alguien, pero su relación con Juan no pasaba por el mejor momento, decidió ir en busca de Sofia al orfanato esperando poder encontrarla y conversar con ella sobre lo que estaba pasando.

—Buenos días, vengo buscando a la hermana Sofia.

—¿Quién la busca?

—María. su amiga de la infancia, ella me dijo que aquí podría encontrarla.

—Un momento por favor.

la hermana fue, y le aviso a la hermana Sofia. que María le estaba buscando.

—Hermana Sofia, disculpe que le interrumpa hay una señorita preguntando por usted. Se llama María.

—¿Dónde está?

—La deje esperando en el salón,

—Ok hermana, gracias por avisarme.

—¡María! ¿Cómo estás?

—Hola, Sofia. Perdón que venga de esta manera, pero necesitaba hablar con alguien, la angustia me está matando.

Sofia nota la angustia y desesperación de su amiga.

—Claro María, cuéntame ¿Qué te tiene tan preocupada?

—Juan y yo hemos estado durante mas de un año tratando de poder ser padres. —María rompe en llanto y sus manos tiemblan—. Pero hasta al momento no hemos podido.

Sofia acaricia su espalda.

—Tranquila María, estoy contigo.

—Y eso ha despertado en mi mucho estrés y desesperación, pienso que no lo podremos lograr. Ahora no puedo dejar de fumar y e descuidado mi hogar, Juan no para de reclamarme por mi estado de abandono, pero es que no puedo dejar de pensar en ser mama y él no lo comprende, me reclama por que eh dejado de hacer las cosas y de atenderlo, ya ni eh querido volver a estar con él por todo esto que paso, y temo perderlo, anhelo poder ser mama y darle un hijo a Juan, él es un buen hombre y desea esto tanto como yo.

Sofia trata de disimular su tristeza por lo que María le acababa de contar, toma sus manos y la ve a los ojos.

—Entiendo tu angustia María. pero no debes permitir que esto te sobrepase, a ti y a tu hogar, el tiempo de dios es perfecto. Si sigues con el cigarrillo acabaras con tu salud y sin salud no podrás hacer nada de lo que deseas.

—No puedo dejarlo. —María llora—. Es lo único que calma mi angustia.

—creo que seria bueno que busques a Dios y le entregues tus angustias. —Sofia la abraza—. Que sea el, quien guie tu destino, pero  debes aceptar su voluntad, sea cual sea y seguir adelante con tu vida, dejando en sus manos tus angustias y penas.




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