18. Castigo severo.

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Lían al notarlo nervioso lo vuelve a interrumpir.

—Esta con Miguel.

—¡Ah si!, que raro por que vengo de donde Miguel y él me dijo que estaba con ustedes, cuidando a Ernesto, pero según veo, Ernesto esta solo con ustedes, ¿Dónde está Kevin?

—¡Si, así es! Kevin estaba cuidando de Ernesto, pero como no se estaba tranquilo, fue por una pelota para que juegue y nos deje trabajar tranquilos —dijo Noah—.

—Ok, bueno ojalá la encuentre rápido si no, difícil que terminen eso hoy, yaven como está el clima. Bueno ya vendré luego a verlos nuevamente, los dejotrabajar tranquilos.

La hermana Sofia se marchó del taller, Noah y Lían estaba preocupados por Kevin. No sabían nada de él y si la hermana volvía y no lo veía, se iban a meter en problemas.

Noah lucia bastante preocupado.

—Y ahora, ¿Dónde está Kevin?

Kevin estaba a unas cuadras del orfanato, en la plaza central de la ciudad, haciendo su show de mimo, atraía muchas personas y le dejaban propinas por su actuación, así estuvo haciendo por un par de horas hasta que vio en el reloj de la catedral y supo que ya estaba cerca la hora del almuerzo, debía volver con lo que tenía al orfanato, fue hasta la pastelería de la esquina con el dinero que había logrado juntar y aunque era poco logro comprar un pastel pequeño de cumpleaños.

Rápidamente volvió al orfanato, pero justo cuando entraba por el pequeño hueco en la pared, una de las hermanas que pasaba por ahí lo vio entrar, con su cara pintada y una pequeña caja en sus manos, pensó en ir con la madre superiora, pero debía volver al comedor para ayudar a servir el almuerzo, Kevin escondió el pastel debajo de su cama, se quitó la pintura de la cara y rápidamente fue hasta el comedor.

Miguel lo ve entrar al comedor.

—¡Kevin! ¿Dónde estabas?

—Si, ¿Dónde estabas? La hermana Sofia pregunto por ti —dijo Lían—.

Kevin lucia muy contento por lo que había logrado, por lo que no le presto mucha atención al reclamo de sus hermanos.

—Es una sorpresa, cuando terminemos acá, iremos a la habitación.

—¿A la habitación? —Noah estaba molesto con Kevin—. Pero debemos volver al taller, aún falta pintar el regalo que le daremos a Ernesto, por tu culpa no lo hemos podido terminar.

Miguel también le reclamo su ausencia.

—Exacto, como no estabas, no pudimos terminar a tiempo y debemos volver allá.

—No olvidemos guardar las galletas que nos den, para poder cantarle cumpleaños a Ernesto más tarde —dijo Lían—.

Kevin respondió con una sonrisa irónica.

—las galletas no harán falta.

Miguel se enojó más con Kevin por su sarcasmo.

sin galletas no tendremos como cantarle el cumpleaños a Ernesto.

—Si tendremos, con un pastel.

Lían se sorprendió con la respuesta de Kevin.

—¿Cómo?

Noah trataba de disimular su molestia con Kevin para que las hermanas no lo notaran.

—¿De dónde sacaras un pastel?

El OrfanatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora