29. Un reencuentro y un final.

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—El señor Robert tiene razón, el cáncer está muyavanzado y no se trata de dinero, con lo que me sucede a mi deben comprenderque la vida no tiene precio y si lo tiene, ninguno de nosotros lo puede pagar,no queda nada más por hacer. —Volvió a la ventana para terminar de apreciar el hermoso atardecer, quizás era de los pocos que le quedaban por ver y eso le sumo más valor al momento—.

Kevin decidió pasar sus últimos días de vida en la empresa, su cuerpo se empezó a volver cada vez más incapaz de moverse, por más que le insistieron en traerle enfermeras y doctores no quiso, decía que no eran necesarios, igual ya nada se podía hacer por su vida, le pidió a Miguel que se encargara personalmente de buscar a sus padres y tráelos junto a él.

Al sentir que su tiempo se agotaba quería despedirse de ellos y cumplirle la promesa que le hizo a su padre en aquella estación del tren, hacerles saber que no les guardaba ningún rencor, Miguel sin dudarlo fue personalmente como Kevin se lo había pedido en búsqueda de ellos y al verlos, les conto lo que sucedía y que debían volar de emergencia a donde estaba el, sus padres no lo pensaron mucho para dejarlo todo, e ir al lado de Kevin.

Sumadre, Lily venia devastada por lo que Kevin estaba pasando, al llegar y verlo totalmentedébil y sentado, su corazón de madre se rompió en mil pedazos, no solo el deella se rompió de tal manera, el de Kevin también estallo, aunque no pudo hacerningún movimiento para reflejar su dolor, una sola mirada a su madre basto parahacerle entender por lo que pasaba en ese momento. porque sí, ella lo amo comoun hijo a pesar de no haberlo tenido en su vientre, lo abrazaron y Kevin hizo sumayor esfuerzo para ponerse de pie y mostrarles lo que el junto a sus hermanosy Robert habían construido, con lo que su papa el señor Henry le habíaenseñado. 


Kevin con la ayuda de sus hermanos les  comenzó a mostrar el lugar, Lily y Henrry lloraban mientras admiraban los logros de su hijo y a la vez sufrían su pronta eh inevitable partida, el señor Rober los cito de emergencia en la oficina para darles la noticia de que la empresa había firmado un contrato para poder exportar y comercializar su producto por el mundo, todos lucían felices por el logro.

Kevin les pido a todos que lo dejaran un momento a solas con sus padres y así fue, como ya no podía mantenerse de pie se sentó, su madre cogió su mano y la beso, pidiéndole perdón por su comportamiento de hace años y que no supo apreciar la cálida de hijo que tuvo a su lado, Kevin le insistió en que no tenía nada que perdonarle porque lo que hizo, ya que lo hizo por temor y el temor es el único culpable de nuestros errores, no ella.

También le dijo que la amaba y que era la mujer más bella del mundo y le agradeció por los momentos tan lindos que vivió junto a ellos, y por haberlo elegido a él entre tantos, mientras su madre besaba su mano y lloraba desconsoladamente rogándole que luchara por vivir y le permitiera pasar más momentos felices a su lado y poder recuperar muchos lindos momentos perdidos, Kevin la veía con su mirada de paz y tristeza.

Trataba de comprenderla y luchaba por mostrarle amor, aunque su cuerpo pocas veces le correspondiera, su alma se fue apagando de a poco y su madre apreciaba como se sentía cada vez menos su presencia, coloco la mano de Kevin junto a su mejilla y bajo la mirada más desconsolante que haya podido apreciar, se fue de este mundo, seguramente a uno mejor.

Sus padres al darse cuenta, comenzaron a llorar y gritar por el dolor de su partida, sus hermanos y el señor Robert al escuchar los gritos entraron a la oficina y notaron que Kevin se había ido para siempre de ese lugar, pero a la vez había llegado a todos sus corazones para jamás partir de ahí.

Miguel corrió hacia su cuerpo, lo abrazo con fuerza y dolor, besaba su frente y le dedico sus últimas palabras.

—Vuela alto hermanito, Ernesto siempre te quiso a su lado, vete en paz.

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