El Orfanato

16. Encontrando una identidad.

—¡Excelente! Ja, ja, que hermoso gesto eh, yo sabía que era por algo especial, me encantaría poder hacer algo por esos niños, Alessandro quiere ayudarte ¡yo voy a obsequiarle las pizzas!

—No hace falta, señor Alessandro de verdad.

—¡Alessandro solo dime Alessandro! ¿Cómo qué no? Yo quiero hacerlo y no solo eso, también les enviare gaseosas y más pizza con mucho queso y te mandare con alguien, para te lleve al orfanato y te ayude a repartirla. —El pizzero Alessandro se había emocionado con la acción del profesor Alejandro—. ¡un momento ¡per favore!.

Los niños del orfanato no dejaban de imaginar que podría ser una pizza, unos lo asociaban con frutas, otros con galletas y otros con verduras, sin siquiera imaginar el verdadero significado de la palabra pizza.

—Ok, si yo le espero. ¡gracias, Alessandro! —El profesor estaba contento y no podía creer lo que estaba pasando—.

El dueño de la pizzería había mandado a preparar10 cajas más de pizza con extra queso, también alisto muchas gaseosas y aunqueel no pudo ir, envió a 2 de sus trabajadores para que le ayudaran al profesor,al estar todo listo envió todas las pizzas y gaseosas al orfanato, donde losniños esperaban con muchas ansias por saber que era realmente una pizza, elprofesor Alejandro llego al orfanato junto a los 2 trabajadores de la pizzería,la madre superiora asombrada por las cajas de pizza se sintió un poco apenadacon el profesor, porque se imaginó que debió  haber pagado mucho por ellas, sin imaginar con la excelente persona que el profesor se había encontrado.

El profesor Alejandro llego al aula de clases saludando a los chicos.

—¡Hola! ¿Cómo están? Aquí les presento la pizza, los chicos al ver tantas cajas planas quedaron asombrados y miguel exclamo: ¡huele riquísimo! Profesor.

—¡Y sabe aún mejor! Miguel.

Al abrir las cajas el profesor les indico que debían hacer una fila para recibir la pizza, los niños hicieron largas filas y empezaron a recibir las pizzas, la alegría que se sentía en el aula de clases era ¡inexplicable! al tener todos sus pizzas y gaseosas, el profesor les indico que ya podían comer, los niños comían con muchas ganas y la alegría reflejada en sus caras, fue la mejor respuesta par el profesor de que había hecho lo correcto, los niños jugaban con el queso y disfrutaban cada mordida, la pizza parecía haberse multiplicado, no alcanzo solamente para los niños, sino también para las hermanas y madre superiora.

Todo era un cuadro perfecto, de lo hermoso que puede ser la vida. sí tus actos son los mejores.

Los niños corrieron y abrazaron al profesor en agradecimiento por tanto cariño hacia ellos, Todos eran muy felices.

—¡Gracias, profesor Alejandro! 

Miguel no paraba de comer rebanadas de pizza y lamer sus dedos.

—¡Esta riquísima la pizza, profesor!

1 año después

Cumpleaños del profesor Alejandro

hoy el profesor Alejandro cumplía 70 años de vida y los cumplía en soledad, ya que su esposa, la persona que lo acompaño durante 47 años, había fallecido hace 3 años producto de una enfermedad y su única hija, hace 2 años que vivía en el exterior, poco después de la muerte de su madre, decidió aceptar una oferta laboral fuera del país, lo que les imposibilitaba poder pasar días como estos juntos.

Fue así como el profesor Alejandro se sintió tan identificado con los niños del orfanato, porque al igual que a ellos, los alcanzaban días tan importantes como estos en soledad, el profesor Alejandro se convenció, de que sería una buena idea pasar su cumpleaños junto a los niños del orfanato, por lo que fue y compro un pastel de cumpleaños. También compro sombreros, collares de colores y silbatos para celebrar su cumpleaños junto a ellos, todo sin imaginar la sorpresa que se llevaría, otra vez.