10. Conociendo el Orfanato

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—Si Miguel, ¿la mejor comida? Lo dices como si hubieras comido muchas y en diferentes lugares. —Tuerce su mirada—.

—Eso no importa Lían, algún día probare otras comidas del mundo

—Para eso tendrías que primero salir de aquí y antes que eso encontrar quien te adopte y ¡con lo que hablas! No creo que eso pase muy pronto. —Sonríe—.

Kevin se ríe.

—¿Bueno, comenzamos?

Al terminar de hacer sus actividades, Kevin entro al baño, se arrodillo y mientras lloraba, daba gracias a dios por las cosas buenas que pasaban en su vida, la comida, los amigos y un lugar seguro donde dormir, y por haberlo alejado de esos malos hombres.

Lían entra al baño.

—¡Kevin! Vamos, llegaremos tarde al almuerzo.

—Ok, ok ya te alcanzo. —Se levanta junta y cierra sus ojos fuertemente—. ¡Gracias diosito! Gracias.

Kevin sale del baño, Lían le esperaba impacientemente para ir al comedor.

Miguel les había separado asientos.

—¿Dónde estaban? Casi no llegan.

—Kevin se demoró mucho en el baño, tuve que ir por el

La hermana Sofia entra al comedor.

—Chicos buenas tardes, primero que nada, como ya saben, hay que dar las gracias a Dios por los alimentos en nuestra mesa, entonces, juntemos nuestras manos y demos las gracias.

Todos juntaron sus manos y empezaron a rezar, «lo que no le habían explicado a Kevin es que debía hacerlo en voz baja y Kevin empezó a rezar, y dar gracias en voz alta».

Miguel lo empezaría a empujar suavemente y susurrarle.

—Baja la voz, ¡Kevin! Tu voz, bájala.

La hermana Sofia y los demás niños al notar a Kevin se comenzarían a quedar en silencio mientras lo observaban.

Kevin termino de dar las gracias en voz alta.

—¡Amen!

Todos ríen en el comedor.

La hermana Sofia se ríe.

—¡Kevin! ¿No te dijeron que debías hacerlo en voz baja?

Kevin estaba apenado por lo que pasaba.

—No.

—Bueno hijo, para mañana en voz baja ok. Debería castigarte por incumplir las normas del comedor, pero lo dejare pasar por esta vez.

Al terminar de comer fueron al patio.

Noah se ríe de Kevin.

—¡Estuvo bien para ser tu primer día! ¿no?

—¿Quién debía decirme que era en voz baja?

Lían busca un culpable.

—Miguel, pero por lo visto se le olvido.

—¿Yo? —Se enoja—. Tú también pudiste haberle dicho.

—¿Y Cuándo le iba a decir? Si no parabas de hablar.

Noah trata de calmarlos.

—Ya chicos no peleen, ¿por qué no nos presentan?

—Ah si, él es Kevin. —Miguel toca su espalda—. Su abuelo lo dejo porque ya no podía cuidarlo y la hermana Sofia nos encargó que lo guiemos por el orfanato.

El OrfanatoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora