"Tenía la ternura torpe de quien nunca ha sido amado y debe improvisar."
—Isabel AllendeJack, en un gran resoplido despertó, mirando a su alrededor y solo fijándose en su cama vacía, inundada de soledad que no tenía más remedio que asimilar.
Cogió su teléfono y lo encendió, el último chat abierto el de Gustabo, fijándose en lo desesperado que se había visto escribiéndole, notando como poco a poco su locura por el rubio iba a más. No estaba acostumbrado a este sentimiento y tampoco sabía cómo manejarlo.Escondiendo su teléfono en sus ahora cambiados pantalones de traje, poniéndose la camisa, corbata y pistoleras para llevar a cabo su trabajo de superintendente, cual realmente no tenía ganas algunas de realizar debido a ese sentimiento abrumador que le invadía y no le dejaba pensar con claridad.
Llegó a su trabajo, ignorando sus alrededores y solo prestando atención a su móvil, con la ilusión de que el rubio le escribiera cualquier cosa que le distrajera de esa ansiedad. Igualmente, sabía que dicho mensaje no llegaría, suponiéndose que el cacharro electrónico era únicamente para usarlo de emergencia y no como método de ligoteo adolescente.
Finalmente se rindió, tratando de que el día pasara lo más rápido posible y como el tiempo no colaboraba, decidió ir mucho más temprano al centro psiquiátrico en donde se encontraba el dueño de su locura.
Empezó a pasearse por los pasillos en busca de Gustabo, llegó a su supuesta habitación y este no estaba ahí, prosiguió al parking, donde tampoco estaba, así que de forma ansiosa se recorrió todo el centro. Repentinamente escuchó unas risas de las cuales una reconoció, sabiendo que se trataba de Gustabo. Siguió esas risas, encontrándose con un largo pasillo abandonado y mohoso. Al final de este recorrido se encontró una escena que le hizo su sangre hervir: García y Navarro juntos, tirados por los suelos como si fueran niños pequeños peleando. Conway apretó su mandíbula y puños, una rabia consumiéndole al ver a ese tal Gonzalo pasárselo así de bien con su Gustabín.
—Toca entrenamiento. — Alzó la voz en un tono frío y con cierta crueldad, haciendo que los dos individuos pararan en seco y abrieran los ojos como platos al ser descubiertos en su zona secreta.
—¿Conway? Ha venido muy temprano hoy, yo..- — trató de explicarse García, notando un escalofrío subir por su espalda al ver esa mirada tan fría posándose sobre él y sobre su amigo. Inmediatamente ambos se levantaron, García notando la incomodidad de Navarro.
—Encantado, soy Gonzalo Nav- — Trató de quitar cierta incomodidad en el ambiente antes de ser interrumpido.
—Cállate chupapollas, me la pela. — le interrumpió Jack, haciendo un chasquido con los dedos para que García empezara a caminar y así poder llevar a cabo su entrenamiento.
García miró a Gonzalo, ambos sorprendidos y sin entender este nuevo comportamiento de su superior, sin tener que hablar, los amigos se despidieron y de forma incómoda Gustabo siguió a Jack, en total silencio.
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30 Entrenamientos. [INTENABO AU]
Fiksi PenggemarDonde Gustabo Garcia es internado durante 4 años. Para su sorpresa, antes de que le dieran el alta, recibiría entrenamientos especiales del mismísimo Jack Conway. Lo que ninguno de los dos sabía, era que iban a acabar, de una manera u otra, a los p...