"De nadie seré, solo de ti,
hasta que mis huesos se vuelvan ceniza
y mi corazón deje de latir."
—Pablo Neruda.Jack de un rápido movimiento se despertó y levantó, su cabeza ya comenzando a maquinar ideas de cómo pedirle a Gustabo que oficialmente fueran pareja. Tal vez era muy precipitado y esto quizás se tratara de un amarre por parte del rubio, pero estaba totalmente enamorado sin ni siquiera haberse dado cuenta de cómo.
Además, si nadie podía ver a Gustabo, ¿Qué podría hacer Jack? un picnic era muy básico y cutre, en su casa patético ¡Y en su celda ni te cuento!
Una idea brillante finalmente se le cruzó por la cabeza, sacando su móvil rápidamente y aún sabiendo que eran las 8 de la mañana llamó a un restaurante. Obviamente este no dio señal y el superintendente maldijo en voz baja.—Nadie trabaja en esta puta ciudad. — Refunfuñó mientras se guardaba el móvil bajo la axila, debido a que se estaba poniendo los pantalones de traje. Seguido a eso guardó el móvil en uno de sus bolsillos.
Obviamente se tenía que poner guapo para la ocasión, no iba a ser cualquier noche. Se acercó a su gran armario y empezó a caminar en el pasillo de este, observando como la mayoría eran blancas y con suerte alguna negra. Nuevamente maldijo, el día le había comenzado con el mal pie.
Rebuscó en los cajones y encontró una camisa arrugada de un color rosa palo, como había mencionado García. Se la probó rápidamente y le venía pequeña, tan pequeña que llegó a saltar un botón, cayendo al suelo, dejando su pecho descubierto y haciendo que Jack reflexionara ofendido sobre si realmente le habían crecido las tetas.
Tiró la camisa al suelo y se rindió, poniéndose una de sus tantas blancas camisas y sus típicas pistoleras. Era día de compras, sin duda.
Salió a la calle una vez dieron las 9, paseándose por el centro y llegando a una tienda de ropa masculina, encontrando todo tipo de camisas y burlándose también de muchas. ¿Qué talla tenía su Gustabín? Fue una de las muchas preguntas que se hizo mientras rebuscaba.
Encontró ambos colores deseados: amarillo pastel y rosa palo. Pensó en cuál le vendría mejor a García de color: el rosa le resaltaría su carnosidad pero el amarillo haría contraste con sus ojos y combinaría con su dorado pelo. Después de debatirse los pros y contras decidió coger la rosa para si mismo y la amarillo para su amante. Se probó la rosa en los probadores, notando como resaltaba sus trabajados músculos y dejaba visible ciertas marcas en su clavícula y brazos: igualmente no le disgustaba.
A parte de la camisa, le compró un pantalón de traje y unos zapatos brillantes negros a Gustabo, para que tuviera el pack completo.
Ahora solo faltaba el restaurante.
Llegó a la comisaría y se metió directamente en los vestuarios, debido a que aún no se había cambiado la camisa rosa. Se encontró de frente a su amigo Freddy Trucazo.
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30 Entrenamientos. [INTENABO AU]
FanfictionDonde Gustabo Garcia es internado durante 4 años. Para su sorpresa, antes de que le dieran el alta, recibiría entrenamientos especiales del mismísimo Jack Conway. Lo que ninguno de los dos sabía, era que iban a acabar, de una manera u otra, a los p...