Part:14

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El Sultán, siempre atento a los asuntos de su corte, no tardó en enterarse de los acontecimientos que rodeaban a la Sultana Kosem y Sehzade Selim. Fue durante una reunión del consejo imperial, donde los rumores y las noticias fluían tan libremente como el vino, que el Gran Visir, un hombre de confianza del Sultán, le informó discretamente de la situación.

"Mi señor," comenzó el Gran Visir con una reverencia, "las estrellas parecen sonreír sobre nuestro reino una vez más. La Sultana Kosem, vuestra hija, está esperando gemelos."

El Sultán levantó una ceja, sorprendido pero complacido. "¿Gemelos, dices? Eso es, de hecho, una bendición doble. ¿Y qué hay de Sehzade Selim?"

"Se ha redimido a los ojos de la Sultana y del reino," continuó el Gran Visir. "Ha demostrado ser un esposo y un líder leal, gracias a la sabiduría y la fortaleza de la Sultana."

El Sultán asintió, su expresión suavizándose. "Entonces, la armonía ha sido restaurada. Que los nombres de Emir y Ziya sean conocidos como los de los príncipes que unirán nuestro reino en paz y prosperidad."

Así, con el corazón lleno de orgullo y esperanza, el Sultán celebró la noticia de sus futuros nietos, sabiendo que la continuidad de su dinastía estaba asegurada.

Un amor entre dinastíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora