Part:32

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Dos años después de su divorcio, la Sultana Kosem se encontró con sentimientos inesperados hacia Sehzade Mehmed, el hijo del Sultán y la Sultana Hurrem. Aquí tienes una continuación que explora este nuevo capítulo en su vida:

El tiempo, siempre en constante fluir, trajo consigo cambios en el corazón de la Sultana Kosem. Entre los pasillos del palacio, donde las sombras del pasado se mezclaban con la luz del presente, Kosem se dio cuenta de que su corazón había comenzado a latir con una nueva melodía, una que tenía el nombre de Sehzade Mehmed.

"¿Cómo puede ser esto?" se preguntaba Kosem, mientras observaba a Mehmed desde la distancia. "¿Cómo puede mi corazón embarcarse en un nuevo viaje de amor después de todo lo que ha sufrido?"

Sehzade Mehmed, por su parte, también había notado la presencia de Kosem. Su fuerza, su dignidad y la forma en que había superado las adversidades la hacían resplandecer como una joya entre la nobleza.

Un día, en los jardines del palacio, sus caminos se cruzaron. "Sultana Kosem," dijo Mehmed con una reverencia, "vuestra fortaleza es una inspiración para todos nosotros."

Kosem, con una sonrisa tímida, respondió: "Sehzade Mehmed, vuestra bondad y vuestro espíritu noble son un bálsamo para el alma."

En ese momento, ambos supieron que lo que comenzó como admiración mutua había florecido en algo más profundo. Pero el camino del amor nunca es sencillo, especialmente en la corte, donde cada paso es observado y cada palabra es medida.

Conscientes de los desafíos que enfrentarían, Kosem y Mehmed decidieron proceder con cautela, permitiendo que su amor creciera en silencio, como una flor en el desierto, esperando el momento adecuado para revelar su belleza al mundo.

La historia de Kosem continúa evolucionando, mostrando que incluso después de la tormenta, el corazón puede encontrar razones para amar de nuevo.

Un amor entre dinastíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora