𝗦𝗵𝗮𝗺𝗲𝗹𝗲𝘀𝘀, 𝗖𝗵𝗶𝘀𝗵𝗶𝘆𝗮

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Apenas estaba amaneciendo cuando ella llegó al departamento. Habían transcurrido cerca de dos horas desde el fin del juego y su despedida de Arisu y Usagi. Al llegar, no hizo más que recostarse en la cama de Chishiya y quedarse profundamente dormida.

La molestia en su pierna izquierda aún era considerable, agravada por el esfuerzo excesivo para completar aquel engañoso juego. Temía que eso hubiera comprometido la recuperación que había logrado, pero aún más preocupante era el ardor en su hombro.
Se había lastimado al subir de manera agresiva al autobús en movimiento, y el dolor era insoportable. Sin embargo, la fatiga y el agotamiento físico y mental acumulados le permitieron dormir plácidamente a pesar del dolor.
Agradecía que la nueva lesión no hubiera perforado su piel, evitando así cualquier sangrado.

Al despertar de su extensa siesta, no sabía qué día era ni cuánto tiempo de visa le quedaba. Se sentía como si hubiera dormido durante un siglo, lo cual era alarmante, no solo porque no era normal, sino también porque le quedaban solo cuatro días de visa y dormir en exceso era peligroso.

No necesitó más motivos para levantarse; estaba inquieta y asustada. Pero el repentino dolor en su hombro izquierdo la hizo reconsiderar su decisión. El intento brusco de levantarse había agravado su lesión, causando un dolor palpitante que casi la hacía llorar. Rogaba no haberse fracturado algo.

Intentó levantarse de nuevo, esta vez con más cuidado, pero el dolor seguía siendo insoportable.

⸻ No te levantes, deberías descansar ⸻ dijo una voz a su lado, sobresaltándola.

Miró inmediatamente hacia el origen de la voz; aunque la reconocía, la sorpresa y el miedo seguían ahí.

⸻ ¿Chishiya? ⸻ exclamó, quejándose nuevamente del dolor en su hombro por el movimiento repentino.

Él no respondió. Simplemente rodeó la cama en silencio hasta sentarse a su lado. Con delicadeza, tomó su hombro, examinándolo detenidamente.

⸻ No está fracturado, no lo muevas demasiado y descansa ⸻ indicó, como si fuera un médico en consulta.

⸻ ¿Por qué no…? ⸻ comenzó a preguntar, pero se detuvo de inmediato.

Calló, preguntándose si estaba a punto de reprocharle por no haber estado con ella como lo prometió. No quería actuar como una niña pequeña, era una etapa que creía haber superado.

Una sonrisa se dibujó en los labios del rubio, aunque ella no lo notó, absorta en la pared frente a sí. A pesar de saber exactamente lo que ella quería preguntar, no era una respuesta que él deseara dar ni que ella quisiera oír.

⸻ ¿Estás bien? ⸻ preguntó ella, sustituyendo su pregunta anterior.

Chishiya pareció confundido por la pregunta, pero mantuvo su característica sonrisa.

⸻ Dijiste que era peligroso… Cuando no apareciste, pensé que algo te había sucedido ⸻ confesó.

“Qué dulce” pensó él. A pesar de haberla dejado sola el día anterior y luego aparecer como si nada, ella seguía preocupándose solo por él.

⸻ Estoy bien. ⸻ murmuró, llevando su mano a la mejilla de la joven en un gesto para que lo mirara ⸻ Pero me tengo que ir de nuevo, no tenemos mucho tiempo así que ven.

Habló con cuidado y la ayudó a levantarse de la cama para dirigirse a la sala de estar, donde aparentemente él ya había preparado algo para comer. Mei le sonrió en respuesta.
A ella aún le resultaba confuso que él hubiera aparecido de la nada y no podía evitar el miedo de verse traicionada, intuyendo que probablemente no había tenido ningún impedimento para estar con ella el día anterior. Sin embargo, no podía estar segura y prefería no acusarlo sin pruebas ni antes de tiempo, deseaba confiar en él.