silly

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Había pasado más de la mitad de su vida escuchando a la gente a su alrededor diciendo que era una persona muy torpe, del tipo que no solo tropezaba al hablar sino que también al caminar.
Sus mañanas estaban comúnmente repletas de pequeños accidentes que terminaban en uno que otro corte u hematoma, en algún punto después de su cumpleaños número 12 su madre simplemente comenzó a decir que fingía su actitud para llamar la atención y dejo de prestarle atención o cuidarla y con el tiempo su relación fue perdiendo cada vez más comunicación hasta el punto en que decidió mudarse a los dieciocho, sintiéndose como una intrusa en su propia casa.

Por supuesto aquello era algo que no hacía a propósito, nadie haría por decisión propia algo que le arruinaba los días constantemente y la mandaba al hospital en más de una ocasión por semana, era un estupidez pensar que alguien podría querer eso.
Algunas veces sus piernas no se coordinaban entre si al caminar, otras veces sus rodillas flaqueaban o sus manos temblaban y dejaba caer lo que hubiera en ella y a veces sus ojos la engañaban y terminaba estrellándose con lo que tuviera enfrente; si había alguien que odiara esa actitud suya más que nadie, era ella misma.

Le impedía llevar una vida pacífica, la gente a su alrededor la tildaba de estúpida o tonta con más frecuencia de la que le gustaría admitir y aquello ocasionaba que otros perdieran confianza en ella, creyendo genuinamente que iba a arruinar cualquier cosa que se le encomendará, por supuesto su vida escolar a lo largo de los años nunca fue agradable.
Las consecuencias se manifestaron como inseguridades varias o la incapacidad de socializar con otras personas, no iba a mentir y decir que no lo deseaba con todo su corazón desde que era una niña; ese sentimiento de ser importante y querido para alguien era algo que anhelaba infinitamente y quizá eso jamás iba a cambiar.

Las visitas al hospital eran los momentos en los que más reflexionaba sobre la vida actual que llevaba, más que nada por la cantidad de tiempo libre del que disponía al estar en las sillas de la sala de espera, las paredes blancas del lugar le generaban cierta paz, era en ese lugar donde no la conocían, nadie sabía el motivo de sus recurrentes visitas y tampoco preguntaban; era su momento de paz por sobre todo.
El hecho de que más de un doctor ahí ya la reconociera y aún así no preguntarán nada era algo que le generaba paz, pero todo tiene un principio y un final.

⸻ Es tu tercera vez aquí en esta semana.

En esa ocasión no la atendía la misma enfermera de siempre, en su lugar había un chico que se veía incluso de su propia edad, cabello teñido de un gris cenizo el cuál ya necesitaba un retoque de raíz y oh, esa mirada resaltaba sobre todo en él, como si se creyera superior a los demás con el simple hecho de existir.

⸻ Qué observador. ⸻ respondió, con cierta ironía que no logro ocultar.

El chico se dió la vuelta a la mesita metálica donde estaban sus instrumentos, alejando sus manos del corte en su rodilla por unos segundos, no le costó notar la ligera sonrisa en la comisura de sus labios y sin embargo no parecía feliz en absoluto, sus ojos se mostraban inexpresivos como si la felicidad de sus labios no llegará a ellos.

⸻ ¿Puedo preguntar a qué se debe? ⸻ dijo, volviendo a su trabajo anterior desinfectando la herida y notó que su toque era delicado, con cierta gentileza en él.

⸻ No puede. ⸻ respondió sin embargo.

No iba permitirse dar explicaciones, volverse la torpe Suzuki en ese hospital era algo completamente fuera de sus planes.

De repente el corte ardió más que unos segundos atrás y la sonrisa agridulce de su entrometido doctor la recibió al levantar la mirada, le regreso la mirada casi indignada y este se limito a sonreír con más ganas.

⸻ Bueno, será un placer tenerte aquí mañana también. ⸻ decreto, acomodando sus materiales sobre la mesita y poniéndose de pie, su trabajo había terminado y sin embargo no podía dejar de observar los montones de moretones y magulladuras sobre la piel de su paciente.

𝗦𝗵𝗮𝗺𝗲𝗹𝗲𝘀𝘀, 𝗖𝗵𝗶𝘀𝗵𝗶𝘆𝗮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora