distance

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“La próxima fase dará inicio mañana al mediodía.”

Esas palabras resonaban en su mente mientras deambulaba por los pasillos de la tienda departamental, en busca de vestimenta adecuada para antes del mediodía; algo confortable y versátil, para cualquier desafío que el destino le reservara. Ocultaba un arma en su bolsillo, ignorando su modelo y el calibre de munición requerido. Solo disponía de dos balas y confiaba en que serían suficientes; después de todo, contaba con un disparo de prueba que podía desperdiciar.

Finalmente, optó por un conjunto deportivo en tono azul marino, que le resultó sumamente cómodo, abandonando el incómodo traje de baño que había llevado hasta entonces y por sobre eso se dejó la sudadera blanca perteneciente a Chishiya. Unas horas antes, había encontrado un arroyo donde darse un baño improvisado, liberándose de la incomodidad que la acosaba con cada paso. Además, adquirió provisiones básicas: alimentos enlatados, ropa de repuesto, vendajes, gasas, alcohol y agua potable. Eran suministros escasos, pero confiaba en su suficiencia, dado que el tiempo apremiaba.

Al salir de la tienda, se dirigió hacia donde percibía mayor actividad, presumiendo que serían jugadores aguardando el mediodía y el comienzo de los juegos. Se detuvo ante un edificio que proclamaba en letras colosales el anuncio que todos anticipaban, para bien o para mal. A lo lejos, divisó a un par de figuras y maldijo al reconocer quiénes eran.

Arisu, Usagi, Kuina y Chishiya estaban allí, contemplando el edificio con intensidad, más cerca de él que ella. Los observó desde la distancia, sin osar acercarse.

[NEXT STAGE START]

Se acomodó en una jardinera, oculta en parte por la sombra de un árbol frondoso, y escuchó con atención dispersa las conversaciones ajenas, aunque sin captar mucho. Permanecieron en silencio, inmóviles durante casi una hora, y la impaciencia comenzó a invadirla, frustrada por la quietud y la incertidumbre sobre el inicio de la siguiente etapa.

⸻ Aún no comienza nada ⸻ comentó Arisu, a lo que Usagi añadió que ya había transcurrido una hora.

Chishiya bromeó sobre la posibilidad de que hubieran olvidado presionar el botón de inicio, mientras que Kuina murmuró algo inaudible. Apoyándose en el árbol con una expresión de aburrimiento, esperó unos instantes más hasta que un sonido lejano captó su atención. El ruido de motores se acercaba, y al mirar hacia su derecha, los vio: los vehículos de la playa y sus presuntos supervivientes. Eran pocos comparados con la primera vez que vio la playa, pero tras la masacre del diez de corazones, le sorprendía que quedaran tantos.

Los coches se detuvieron cerca de Arisu y los demás. Aunque no podía oír bien su conversación, decidió que no era importante; no tenía intención de abandonar su escondite y exponerse a la mirada de Chishiya.

Un disparo rompió el silencio, seguido de gritos, y luego otro disparo; más gritos resonaron. ¿Había dado comienzo el juego?

Se encogió en su sitio, agachándose por instinto mientras intentaba localizar la fuente de la amenaza, sin éxito. Paralizada por unos segundos, desconocía quién los acechaba o desde dónde, dejándola sin pistas sobre hacia dónde huir. Echó un vistazo hacia donde había estado Chishiya, pero ya no había nadie.

⸻ Corre ⸻ escuchó a su lado. Un tirón en su muñeca la sobresaltó y, al girarse, se encontró con la expresión tranquila de Chishiya. ⸻ ¿Te estabas escondiendo?

𝗦𝗵𝗮𝗺𝗲𝗹𝗲𝘀𝘀, 𝗖𝗵𝗶𝘀𝗵𝗶𝘆𝗮 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora