HUELLAS DE ENERO

10-End Game

Aaron Peters

Hoy era el día, debía continuar la búsqueda de mi hermano sin Grether.

El tren partía a las 10:00am, y esa noche me quedé a dormir en su casa.

Quería pasar la mayor parte del tiempo con ella, a pesar de que no fuese algo permanente me iba a ser difícil continuar.

-¿Sabes que volveré verdad?

Asentí metiéndome dentro de su sudadera.

-Y luego Allan era el apegado.

Levanté la cabeza y le saqué el dedo del medio.

-No me importa Allan ni su manera rara de saludar chicas "ajenas a su novia"- y comenzó a reír.

Amaba verla reír, iluminaba cada parte de mi cuerpo y mi vida de una manera inexplicable.

-Aaron estarás bien sin mi, lo sé.

-¿Prometes llamarme todos los días?

-Te llamaré todos los días dos y tres veces, tú debes mantenerme informada acerca de Egan.

-¿Estarás bien?

-Voy a casa Aaron, no a un campo de concentración.

Mi respuesta a eso, murió en sus labios. Besándome con tanta dulzura como siempre, decidí quedarme en ese momento el resto de mis días, olvidando mis líos y el trabajo.

Que por cierto le dije a Jean que necesitaba este día libre, y gracias a Dios me dijo que sí.

-Te extrañaré pepsi.

-Y yo a ti buen novio.

Ya eran las 8:45am.

Grether y yo tomamos camino a la estación, ya que era bastante lejos de nuestra ciudad.

Antes de salir de casa Grether se despidió de sus tíos, sus primos, y su mamá, que a pesar de los esfuerzos que hizo no pudo sacar un espacio en el trabajo.

-Me llamas cuando estés con papá, cuídala Aaron.

-Siempre- contesté bastante avergonzado.

-Adiós mamá, vuelvo pronto.

Salimos de su casa, y para mi sorpresa logramos tomar un Uber bastante rápido.

-¿Quieres escuchar Taylor?

-Mientras sea Reputation.

Mi novia alzó la mano hacia mí dándome un audífono.

-I wanna be your endgame
I wanna be your first string.....

-Me gusta esa canción- comenzó a hablar mi novia- aunque nunca cambiaré mi opinión acerca de que 1989 es el mejor álbum de Taylor.

-Reputation es muy empoderado.

-Como tu tal vez.

-Tal vez.

Luego de media hora, llegamos a la estación de trenes.

"Toma".

Grether me da una carta, sellada con unas flores moradas.

-¿Por qué me das esto como si fuese un final?

-Es un hasta pronto más íntimo, ábrela cada vez que te acuerdes de mí.

-Siempre me acuerdo de ti.

-Entonces ábrela siempre.

Tomé sus manos y las puse en mis labios. Besé cada parte de sus manos, eran tan delicadas, sus uñas estaban pintadas de morado con un poco de blanco. Dijo que amaba esa combinación. Este momento me recordó a una tarde que fuimos frente al mar, a conversar sobre la vida, ella comenzó a contar las palmas del lugar, y llegamos a la conclusión de que en una relación la comunicación es la base primordial.